Con la situación económica
mundial como está, se hace más frecuente el llegar a cierta edad y no tener
vivienda propia. ¡Ah, pero tener mujer o marido y muchachos, aún sin contar sin
techo, eso sí que se tiene y no se para de tener!; y es que el amor no puede
ser nada más construir una casa en el aire y a ver cómo nos va o “vivimos con
tus padres un tiempo mientras nace el niño y se gradúa de la universidad”,
existiendo muchas posibilidades de que dicho niño también traiga mujer y
muchachos al mismo techo.
Construir una casa en el aire
Miren, sin las ilusiones
diesen dinero y techo, todo el mundo viviría en ellas y no de ellas como hace
ahora. La realidad es que hay que echarle ganas para ahorrar y poder comprar su
propia casita verdadera, ya que ello mueve a la economía y a la prosperidad.
¿Se imaginan ustedes el
destino cruel de quienes manejan negocios de venta de maquinaria pesada en Cuauhtemoc Chihuahua que son prósperos por sus precios, calidad y porque
hay gente que tienen los pies en la tierra y cumple a cabalidad aquello de “el
casado, casa quiere” ellos se mantienen, sí sólo existieran aquellos que viven
con la mente en Disney donde sí les pueden construir una casita en el aire?
Lean bien la extensa
pregunta y se darán cuenta que esto no sólo trasciende al hecho de que sí no
hay casa, no debería estar buscando pareja; es que el mundo no se mueve con
puras ilusiones de vivir bajo un mismo techo con 4 generaciones anteriores y 3
posteriores, sino que cada quien sale de su casa a tener su propia casa.
Vamos a burlarnos más a profundidad
Para enamorar a la mujer
deseada o atrapar al hombre querido, más que enchungarse por debajo del ombligo,
la gente le baja la luna, el sol, las estrellas, les pone el mundo a sus pies e
incluso, aprenden a cocinar.
Pero esto de la casita en
el aire -que no es nuevo y tampoco ha sido nuevo- amerita una tormenta de ideas
para reírse de ello, tanto por ser este un blog de humor, como porque eso da
risa cuando le sucede a otros y por el hecho de que yo soy hijo único y ya
heredé la casa.
Si reflexionamos a
profundidad como los seres ociosos que somos, sobre la premisa “construir una
casita en el aire”, tenemos que…
Lo bueno de construir una
casa en el aire es que no necesitas permiso de obras. Pero de que te van
a cobrar impuestos o protección por parte de los ladrones del área, eso ni
dudarlo.
El arquitecto de este
tipo de obras dice que es un diseño vanguardista. El ingeniero dijo que
era más bien un “sueño húmedo”.
Al construir una casita
en el aire automáticamente tienen el techo puesto. El único detalle es que aún
no tendrás suelo.
Los cimientos y pilares
constan de declaraciones de intenciones y de mucha fe.
Ya hay tantos enfrascados
en construir una casita en el aire, que se está llenando de vecinos ruidosos,
porque no tendrán para comprar comida, pero cornetas de un metro y medio de
alto, sí.
Eso sí, el agua que les
llega es pura, directo de las nubes. Además, siempre fluye ya que toda esa agua
cae por su propio peso.
Los paquetes de Amazon o
Mercado Libre les llegan en drones, porque la gente del correo todavía no ha
aprendido a volar.
Al construir una casita
en el aire debes afianzarla con varias cuerdas y un ancla, mismas que
utilizaras para trepar y subir y bajar al estilo tirolesa.
Los suegros casi nunca te
van a visitar, ya que les da tristeza saber a dónde llevaste a su hija. Alguna ventaja
había que existir, porque los cuñados sí van a pedirte y quedarse, ya que ellos
también viven de ilusiones.
Lo peor de que tu esposo te
haya construido una casa en el aire, es que no tiene para pagar señal WiFi satelital
y es difícil conectar la fibra óptica.
Algo que sí hará ese
novio que te prometió construir una casita en el aire, es jugar loterías,
caballos y apostar cuántos carros blancos pasan en una hora, porque con eso es
que van a mantener tu hogar.

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