No te había querido decir nada, La Muerte, para que
no me dijesen reaccionario. Pero desde que te llevaste a mi padre en diciembre
de 2023 ando con la misma pregunta: ¿Tú no te has dado cuenta de que estás
haciendo mal tu trabajo?
Sí, porque te has estado llevando en situaciones muy
penosas e indignas a un montón de buenas personas, de las que conocí y de las
que no conocí pero se tienen buenas referencias de las mismas.
¡Ah, pero esto sí lo haces!, a quienes matan, desfalcan,
hacen fraude, mienten, son solapados y les agrada el agavillamiento e
intimidación a puño –patada y frentazo, cobran dinero para hacer lo indebido,
se burlan, quieren que les amen a juro o cobran venganza, que aturden a la
historia presente hasta superando a la inquisición y demás matanzas en nombre
del gobierno, de la falsa religión, de su bolsillo y del puro gusto de hacer
daño, a todos esos sí les extiendes el período de gracia.
Por eso opino que tú, La Muerte, estás haciendo mal
tu trabajo. Porque si te llevaras a los malos adelante, de las maneras ya tan
penosas, dolorosas e inmerecidas que te estás llevando a los buenos, el mundo
sería ese Paraíso que Dios no dejó.
¿Viste que estás haciendo todo mal?; sabemos que
aparte de Atila El Huno, Calígula, Hitler, nadie es 100% malo, pero hay que
también tener un medidor de maldad y que debe ser refrendada por el no
arrepentimiento y la manera desvergonzada de vivir la vida loca.
Basado en ello es que tú, La Muerte que lleva y no
trae, podrías actuar y comenzar a depurar al mundo.
¿Cómo es posible que un buen padre, una
historiadora, un letrado, un comediante, una científica, un inventor o un
tierno abuelo y una madre linda, se vayan primero que quienes roban, matan a
gusto, venden drogas, gastan a manos llenas los dineros público y le quitan la
oportunidad de salud, vivienda, educación y cambios a los demás sólo para irse
a tomar cocos en una playa paradisiaca?
Si fuese al revés, el mundo podría ser más justo, el
aire ya no hedería, la gente respetara el derecho ajeno, las traiciones y
errores por malos inventos se acabarían y cada historia sería mejor por no
vivir con el temor que la mano de otra te puede dar chicharrón, burlarse de ti
o meterte la mano en el bolsillo.
Tú, La Muerte, has hecho tan mal tu trabajo que han
tenido otras manos que pecar para poder enmendar tus errores. Mira que poner gente a matar terroristas en Israel y Ucrania
no más porque ellos quieren imponer su raza, religión y el gusto de pegarle a
las mujeres y lavar cerebros de niños a todo Occidente. Y así será de malo que
alguien va a censurar esto o perderá la publicidad de Adsense, por tu culpa,
por ser La Muerte pero no cumplir tu trabajo con mejor planificación.
Dios nos dio el libre albedrío y el que decidió el
mal y se acogió al mismo por completo, de plano que no debería vivir tanto ni
vivir bien. Pero mira a los dictadores, falsos presidentes, banqueros
solapados, capos de la droga, mujeres estafadoras y transgresores de niños y
mujeres cómo duran. Parece que un día de vida de ellos dura 2 días.
Ya que el infierno está en la tierra (como dijo
Benedicto XVI), ¿Por qué no les haces pagar de una vez cuando tienen el daño en
vigencia?, eso de darles tiempo extra, que vayan a penales y darles el trofeo
“Copa La Muerte” así pierdan, nos tiene a los buenos agarrados de la brocha.
“Los buenos somos más”, ciertamente. Y tan buenos
que somos incapaces de emular a los malos para atacarles en su propio campo so
pena de caer en su propia condena, salvo los que tienen preparación militar,
policial o saben de hipnosis. Es tu trabajo, como la Muerte que eres, el
ponerte derecho/a y comenzar a sacar a los malos.
¿Vas a seguir dejándonos a los deudos acongojados
porque un hombre, una mujer, un joven, un niño, una niña e incluso una mascota,
mueran en su plenitud de vida y de formas tan lamentables que ni las quiero
contar?
Yo sé que el cielo necesita más ángeles, santos,
beatos y gente buena, pobres de maldad y ricos en bondad, pero entiéndeme, si
tú te llevas a los malos, la gente comenzará a ver qué es mejor hacer el bien
de muchas maneras y cuando llegue su hora que debería ser más tardía y con un
final feliz-, verás que la fila para entrar al cielo será enorme.
No pretendo saber más que La Muerte, pero aunque
pagaré consecuencias, debo fijar esta posición ante ti, porque ya basta de que
estés rompiendo corazones, atemorizando, presionando y creando situaciones
fatales deleznables e indignas para vidas que están en el porcentaje de bien
aceptable para ir ante el Padre Celestial.
Eso se lo tienes que hacer a los que usaron su libre
albedrío y preparación mental y/o física para hacer el mal, sacar a esa peste,
ralear a eso que no llega a humanidad y así tener el planeta que es la tierra prometida.
Si tú como La Muerte mejoras tu planificación y
cumples tu propósito necesario pero con un orden porcentual de más malos
muertos y más buenos vivos, incluso hasta el Apocalipsis podría ser suspendido
y tu trabajo sería menos agotador.
Piénsalo y haz la prueba echándote al plato a los
malos que te he reflejado a nivel mundial y dándoles una nueva oportunidad y
sanidad a los moribundos o marcados en tu lista, que le han dado felicidad a su
entorno en el tramitar de su vida. Verás que más nadie le temerá ni cuestionará
La Muerte, porque al fin estará obrando con justicia.