¿Ha tenido usted la inquietud de saber ques es un colector de bus o camioneta del transporte público?
¿En algún instante de su vida ha manifestado interés por ser uno
de ellos o recomendar ese tipo de trabajo o felicitarlos?, pues, ¡Qué patético
es usted también!
Pero como debemos aupar los oficios emergentes por más decadentes que sean para la trayectoria del país, porque luego dicen que discriminamos a la gente por ser unos parias chupasangre de la sociedad, vamos a responder de manera práctica lo más relevante sobre esa subraza catalogada como colector de bus, que es tan poco de bueno y útil que de seguro este post no lo leerá nadie, especialmente ellos que de seguro no tienen la costumbre de la lectura, ni siquiera de la calcomanía que está en la propia unidad de transporte donde laboran, que reza:
“Si el niño es del
conductor, no paga”.
El colector nos quiso cobrar esta foto. Como no nos dejamos, se la cobró a esas pasajeras que fueron sus nuevas víctimas.
¿Qué es un colector?
Para este
caso, no hablamos de aquel colector para aguas servidas, sino aquel individuo
que se alejó de los vicios un rato, para hacer dinero fácil y así, poder
costearse sus vicios, lo que en el vacío de su mente y alma le hace pensar que
es un buen ciudadano.
Es aquel
ser que respira que jura y perjura que tiene una profesión, cuando lo que hace
no llega ni a oficio. Sólo justificado por una nueva generación de choferes
debiluchos que no saben cobrar ellos mismos el pasaje, alegando que deben estar
pendientes del camino, cosa que los choques, acelerones, el montarse en las
aceras y no pelar huecos, les desmiente.
Características de un colector
Son
impuestos por la línea de transporte, que se la pasan recogiendo vagabundos o
tienen convenios con cárceles o centros de rehabilitación y les dan un empleo
el cual les ayuda a tomar nuevos aires (estando siempre en el estribo con la
brisa que les pega).
Tienen la
primaria trunca, más deben saber algo de las cuatro operaciones fundamentales
de las matemáticas para así dar el vuelto, mismo que siempre dan mal.
Son seres
que usan pantalones estándar sin bolsillos para no clavarse el pasaje. Aunque
al terminar el turno, siempre les hacen un cateo y les consiguen escondidos en
varios recovecos, al menos la mitad de lo que le entregan al dueño de la unidad
de transporte.
Todos
tienen voz de pito, no pronuncian la r o pronunciar la l como r y jamás
pronuncian la d.
Creen
tener piernas robóticas y por ello se lanzan y suben de la unidad en
movimiento.
Toman el
control social de la unidad de transporte, ya que viven en un sofisma alentada
por la camisa del uniforme que les huele a violín.
Cuando se habla de colectores, la gente piensa en los colectores de orina; parece que no se nota la diferencia.
Funciones de un colector
Compactar
gente dentro de la unidad. Incluso fusionarlas en frío.
Decidir
qué mujer es la que se sentará al lado del chofer en la tapa del motor y en el
asiento delantero, el cual hipotéticamente es de él y les niega a los hombres o
personas mayores de edad.
Gritar a
todo pulmón hacia dónde se dirige la unidad, diciendo lo mismo que uno está
leyendo en los avisos y casco de la camioneta por puesto.
Recostarle
su virilidad a mujeres, hombres, niños, bolsos, carteras, coches de bebé,
bolsas de mercado y cualquier cosa viva o muerta que se le atraviese.
Apurar a
la gente para que se monte.
Cobrarle
a las personas mayores e invidentes, dejando a un lado la humanidad y mostrando
la versión del capitalismo que los pobres siempre critican de otros países,
pero que teniendo acá, no critican.
Decir que
hay puestos cuando el bus está lleno. Luego alegar que no mintió, que hay
puestos pero están ocupados y que él jamás dijo que estuviesen vacíos.
Servir de
puerta auxiliar, agarrándose del estribo y sujetándose con los meñiques, conteniendo
a la masa de gente que él mismo metió (recuerden a Spiderman cuando detuvo al
tren, así creen que se ven ellos ante los demás).
Salir
corriendo con el dinero recabado cuando se monten los delincuentes a atracar,
dejando a los pasajeros y al chofer entendiéndose. Su regla es: “Al menos, hay
que salvar a uno y ese uno soy yo”.
Permitir
que vendedores ambulantes, magos, pedigüeños y 3 sujetos con charrasca, güiro y
tumbadora amenicen en la unidad que está llena, la gente está sudada de calor o
mojada de lluvia y además, obstinada en hora pico.
Tocar los
cauchos de vez en cuando para decirle al chofer que sí, tienen aire; esto
incluso cuando se acaban de accidentar a medio camino y dejaron a los pasajeros
abandonados y no les devolvieron el pasaje.
Contar a
cuántos pasajeros dejaron abandonados en la vía, para una estadística de abuso
y birla que llevan él, el chofer, la línea de transporte y el frente unido de
transporte.
Preguntar
quién se baja en la próxima parada, para informar al chofer y éste a su vez,
pueda meterle 180kph a la unidad en plena vía pública llena de peatones, con
toda tranquilidad.
Ventajas y desventajas de los colectores
Ventajas:
El chofer
no está solo nunca, ni cuándo va a guardar la unidad.
Desventajas:
Todas las
que se nos ocurran. Además de hacer creer a las nuevas generaciones de que ese
es un trabajo necesario, sano y productivo, usted cualquier cosa que piense, es
una buena y lógica desventaja.
Tipos de colectores
El
viejito: Ese que siempre se equivoca a su favor dando el vuelto y que le pone a
uno el alma en vilo cuando se pone en el estribo allí todo tembleque y con cara
de caerse pronto.
El muchacho:
Usualmente es el hijo de una de las amantes del chofer y por ello, sueña que
heredará la unidad a la cual cuida de los pasajeros, de otros autos e incluso
de su padrastro.
La mujer:
Esa que está bien rellenita y macuca con su cuerpo a la gente que va de pie o
sentada mientras cobra pasaje. Le gusta hablar fino pero a la primera
tentación, suelta pestes que lo envían a uno a hacerse terapia psicológica y un
exorcismo.
El regenerado:
Acaba de salir de algún centro de vicios, gusta de usar ropa cómoda (incluso el
uniforme), entendiéndose comodidad en este caso los pantalones caídos, los
zapatos rotos y la camisa por fuera que combinan ideal con su cicatriz y cara
de mafioso que hacen que cualquier le dé más del pasaje estipulado, por miedo a
represalias.
Vaya pues
esta información inútil a todas las personas que día a día ven cómo, entre
hombres y mujeres, se llenan las unidades de transporte de un nuevo tipo de
fuerza laboral que en resumidas cuentas, no le aportan nada al país, como es el
principio y orgullo de cada colector en Venezuela.
Verga hijo, medicate.
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