El humor blanco es el más simple
de todos los colores del humor, por eso, es tan difícil de hacer, ya que el
humor se quiere o necesita hacerse complicado, para venderse.
El humor blanco es el némesis de
la mayoría de los comediantes hispanoamericanos, porque les quita el recurso de
la grosería y les limita el doble sentido, quizás obligándoles a hacer reír con
lo cotidiano y con un discurso inmaculado.
El humor blanco es lo que más
rabia le da a aquellos con pobreza en el lenguaje. Esos que atienden de tú,
mamita, chico, chica, papi, este, mi amor, mi negro, chino, gorda, etc., para
creer que se la están comiendo. No saben que el usted, señor, señorita, dama,
caballero, es parte del humor blanco, porque atrae sonrisas por el trato
agradable.
Sí, el humor blanco es ese que
debe venir más en tropel para que cada sonrisa se sume y lleguen las risas
hasta subir la risotada; hasta que las personas se den cuenta que vieron el humor de las cosas pequeñas y se
pusieron, de buen humor.
(Dispensen el juego de palabras).
Cómo hacer humor blanco
Es difícil para todos y me
incluyo, porque aunque soy adorable, agradable, grandioso, espectacular y sobre
todo muy humilde, el humor blanco, me cuesta.
Además, con el humor blanco no se
gana dinero y mucho menos el hacerse viral con facilidad; no se puede
identificar el país de origen de quien lo practica salvo por el acento.
Pero la fórmula comienza por no
descartar nada, ver en lo más mínimo algo que sin criticar, remedar o
reprochar, puedas hacer que otra persona se sienta bien con ella misma, que vea
sus defectos como una cosa real y que en vez de enfurecerle, le permitas
corregirse a buen ritmo.
El humor blanco amerita de pocas
palabras para llegarle directo a quien espera un extenso servicio para que el
chiste fluya.
Se debe sentir de corazón y no
temer a que le llamen absurdo o infantil. Cuando se trata de unir voluntades,
nada puede avergonzarte.
Nunca se amilana si hay alguien
que sea público difícil, porque
entiende que el humor blanco es dejado atrás por esa persona que, creyéndose
exigente, sólo consigue reírse o hacer reír con las cosas malas que le pasan a
los demás.
De plano, ese público es más de comicastros que son las antítesis de
todos los colores del humor.
De dónde aprenderlo
El humor blanco está en franco
deterioro, mas no en desuso. Se puede conseguir en los poemas, guiones y
cuentos de Aquiles Nazoa, en las
historietas de QUINO y su sin igual
Mafalda; está en cada página de Condorito,
incluso en sus chistes más pícaros.
Es la razón por la que muchos
cómicos y libretistas detestan la obra de Chespirito,
porque del “gang cómico”, del chiste inmediato, de la brillantez de la historia
o contemporaneidad, realizaba un chiste sin mayor malicia que hacer reír de la
rima, lo físico y hasta lo teatral.
Se encuentra en las películas de
Capulina, Clavillazo, incluso de Cantinflas que la manejaba de otra manera. Los
Tres Chiflados o todas las caricaturas de Hanna – Barbera. Y en Venezuela, un
programa al que le costó le respetaran ese norte, aunque en otros países sí fue
muy bien recibido: Bienvenidos.
Está en la ironía de los cuentos infantiles,
esa que muchos adultos están convirtiendo en terror, pero que no está en la
mente de los mayores generadores de humor blanco en el mundo: Los niños.
Sí, porque el humor es un idioma tan universal que hasta los bebés lo entienden.
Los payasos, mismos, zanqueros,
malabaristas, saben que el humor blanco es lo que les conecta con todas las
personas. Quien no puede hallar la gracia o al menos entender que el humor ante
de la risa, es esa generación de dopamina, serotonina, endorfinas que atraviesa
al cerebro, al hipotálamo y mueve hasta el abdomen, nanosegundos antes de hacer
que los labios sonrían y algún sonido se emita.
Cuando se hace humor blanco, se
está pensando en algo simple, que bien difícil es lograr, incluso para quienes
tienen un poder magnético y arrollador para todo en la vida como yo, que
atraigo chatarra y fierro viejo.
Qué se gana haciendo humor blanco
Puedes hacer pensar a quien
incluso no sabe que está pensando, como dijo el gran Aquiles Nazoa.
Te haces más empático y cercano,
sabiendo dosificar en el grado de la seriedad de cada caso, como alguna vez me
comentó Graterolacho.
Eres original y no andas repitiendo
lo de los demás, como me dijo mi maestro del humor José Inojosa.
Puedes aumentar tu vocabulario,
te obligas a abrir un diccionario, si algo te hace ruido, lo investigas.
Mientras haces humor blanco, vas aprendiendo.
Te dibujas un mundo bueno.
Recuerdas cómo eras de niño y se
te quita o te disminuyen las amarguras de las obligaciones de adulto.
Puedes conversar con una dama o
un caballero a un nivel que no es intelectual ni es chabacano, sino más bien,
ufano.
El escribir para radio, prensa
escrita, televisión, charlas religiosas o conferencias se hace más fácil, más
cercano, más simpático.
Sí, porque quien utiliza el
recurso del humor blanco no se hace el cómico ni el payaso, sino que hace más
digestivo todo lo que con extrema seriedad sabría mal –salvo las excepciones de
rigor-.
A quien hace humor blanco se le
recuerda y se le respeta, incluso por los más chabacanos. Porque este tipo de
humor sabe que todas las personas somos iguales, pero iguales hacia arriba.
Incluso, las palabras o
expresiones coloquiales no tergiversan al humor blanco. Porque éste no es sólo
contenido, sino intencionalidad.
Por eso y más…
Veamos más en derredor y hagamos
humor para que las personas sonrían, salgan un tanto de su realidad no para que
olviden la frustración, sino para que se oxigenen y recuerden quienes son y por
qué seguir en la lucha.
Para que menos sean las peleas,
los que reprochan impunemente, los que no creen que las cosas pequeñas son las
que suman para hacer grandes cosas.
Quitar el peso del ambiente del mundo,
amerita maneras de descontaminar. Y el humor blanco es una manera de entrarle a
quienes son tóxicos y hacerle reflexionar aunque no quieran.
Se requieren grandes dosis de
humor blanco para alegrar a alguien, así que mantengámonos pensando y sintiendo,
que como les dije, no es fácil.
Ya luego sí, aplique los demás
colores. Pero a la hora de integrar, este es el fuerte.
Y para que vean lo que es humor
blanco de sencillez y absurdo sin temor, acá les dejo El Pájaro Loco.
Con humor... Argenis Serrano - @Humoristech
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