Cuando uno se muda, lo menos que quiere es
abandonar sus cosas que bastante sudor les costaron a ellos o a quienes se las
regalaron.
Por eso al partir de su tierra a otra, sea
en el mismo país o en otro, hay que tener un punto de resguardo donde no estés
con susto mientras rehaces tu vida, de qué irá a pasar con tus cosas, tiliches,
pertrechos, chácharas o demás.
Imaginemos que nos vamos de Venezuela con
todos nuestros “macundales” y nos vamos a las Islas Canarias a recuperar la
vida. Partiendo de un consejo de amigos y familiares que ya hicieron ese
trayecto y se resguardaron bien ellos y sus cosillas, pasamos por guardamuebles las palmas y dejamos todo allí.
¿Han visto ese programa llamado, “Quién da
Más”, por A&E o uno similar por History Channel, donde hay lugares bien
resguardados para cuidar los objetos personales?, pues esto es mejor. Y en esos
programas muestran el lado malo, pero en Islas Canarias todo es bien cuidado,
barato, seguro y en contacto siempre con los dueños, no tienes porqué
chorrearte del susto; así que: Islas Canarias 1 – Estados Unidos 0.
Eso te demuestra a qué lugar te estás mudando.
A un lugar que cree en ti y en que te vas a esforzar y mientras, te dan una
mano cuidando lo que tienes mientras tú te formas.
¡Yo quiero estar en un lugar así!,
organizado, cuidadoso y atento. Y sé que todos los países se pueden copiar de las
Islas Canarias, sólo faltan las ganas.
Es que poniéndole coco, cuando tienes un
lugar donde la brisa es permanente y el sol está a la temperatura ideal; que
ves playa (y chicas en bikini); tienes una gastronomía excelente y puedes
llevar tus recetas criollas y emprender; un lugar de cultura, tradiciones e
idiosincrasia tan amena que de una vez te haces pana de todos y te comprometes
con la historia; y sobre todo un lugar pujante en su industrialización,
exportación, importación y negocios en franco crecimiento que van de aquí pa’
allá y de allá pa’ acá como Juana La Cubana, de pana les digo ¡que provoca
estar allá de una vez!
Mudarse nunca es fácil, pero cuando puedes
cargar tu historia en cosas y en el corazón, te las van a cuidar como si fueras
tú y luego puedes contratar a esa misma gente profesional que te los cuidó para
que te lo trasladen y coloquen en el hogar que a pulso y sueños fuiste a
construir, pues mi gente, eso es cumplir el sueño latinoamericano, el de ser
grande y ser útil donde estés, sin perder tu propia esencia ni tus corotos. Puras
ventajas se forman, cuando planeas bien, no cuando sales nada más con un “a ver
qué pasa”, de usual lo que pasa, es que caes en malas manos, porque fuiste de
mala forma.
Momentos reflexivos de verdad, dichos con
humor, siempre saben y se acatan mucho mejor.
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