Reuben Morales
Antes, el cuerpo humano se
dividía en cabeza, tronco y extremidades. Hoy, en cambio, se divide en cabeza,
tronco, extremidades y celular. Este aparato ha llegado a convertirse en la
caja de Pandora moderna. Si se lo roban y abren las aplicaciones, saldrá a
relucir todo lo bueno y todo lo malo de usted. Por eso, para evitar que le
roben el celular y descubran todos sus secretos, aquí le dejo los mejores
consejos recomendados por la FBI (la Federación de Burladores de
Incautateléfonos):
- Si tiene un iPhone, colóquele
una carcasa que diga Nokia. Aunque si no quiere comprarle carcasa, envuélvalo
en un interior sucio, una media usada o una pantaleta de abuela. Ahora, si
quiere garantizar su seguridad, llévelo envuelto en un pañal.
- Píntelo de billete de Bolívar
Soberano. Si se lo llegan a robar, se lo devuelven intacto.
- Tenga una matrioshka de
celulares. Uno destartalado para cuando le pidan el viejito para cuando le
pidan el que recién dejó para cuando le pidan el que está estrenando.
- Cómprese un par de zapatos
cinco tallas más grandes y meta el celular dentro del zapato.
- Forre el teléfono con papel
tapiz de piedra pómez y diga que usted nunca sale sin su adminículo de belleza,
pues es modelo profesional de pies para antimicóticos.
- Contrate a un guardaespaldas
para su celular (y conociendo el tamaño del mismo, puede contratar a un enano).
- Si quiere tener un iPhone 12,
compre dos iPhone 6 y los empata con pega loca (o compre tres Samsung 7 y forme
un 21 o cinco Huawei 8 y forme uno 40).
- Meta el celular en una caja
de tampones y diga que, cuando tratan de robarle en “esos” días, usted puede
ser más peligrosa que cuando compite por agarrar un buqué de flores en un
matrimonio.
- En la parte de atrás, péguele
una calcomanía que diga “Viva Nicolás Maduro”.
- Hay gente que ama llevar el
celular dentro del pantalón como si fuese un revolver. En ese caso, termine de
asumir sus ansias de ser agente policial y lleve el celular metido en el
pantalón, pero en la parte de atrás. Jamás le quitarán su iPhó.
- Amárrele una correa como si
fuese una mascota (y si se lo tratan de quitar, hale la correa y úsela como una
boleadora para defenderse).
- Meta el celular en una bolsa
de empanadas llena de grasa. Ni el macho más macho resiste tener las manos
llenas de aceite.
- Péguele el siguiente cartel:
“Este celular pertenece a un cartel”.
- Sosténgalo debajo de la
axila, cual ciudadano francés que lleva el baguette del día a la casa. Y si lo
hace, le garantizamos que su teléfono siempre agarrará conexión wi-fó.
- Adorne su celular con plumas
y patas de gallina y atrás escríbale Changó. Eso sí: Use esmalte rojo de uñas
para asemejar sangre de un sacrificio religioso.
- Colóquele una tira blanca en
la parte superior y otra igual en la parte inferior. Luego pinte el celular de
azul cielo y diga que es un tapabocas.
- Consígase a un amigo que
tenga COVID asintomático y pídale que le tosa encima al celular.
¡Listo!... ¡Ya tiene todas las
herramientas! Ahora aplique la que más le guste o combínelas a su antojo. Le
aseguramos que así terminará teniendo un celular Buzz Lightyear. Le durará
“¡Hasta el infinito y más allá!”. Claro, también le evitaremos una ida al
hospital, pues su cuerpo seguirá teniendo cabeza, tronco, extremidades y
celular.
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