Antivacunas: La Ciencia de lo Absurdo

 
Compendio de notas sueltas sobre los antivacunas, realizadas por el autor del blog, que es responsable porque se vacunó y no es responsable de lo que digan o hagan los que no se vacunan.

En Venezuela casi no hay antivacunas porque las vacunas son gratis y hay que hacer colas de muchas horas bajo un sol inclemente y ser dirigidos por policías y guardias que tratan mal a los civiles, tres de las mayores diversiones y gustos de los venezolanos.

Uno que otro venezolano no se vacuna porque dice que el consumo del Ron Dragón, Ron Pana y el cocuy de penca semidestilado les inmunizan. Son los mismos que al caer, le dan más espacio al país nacional y no ocupan un puesto necesario en las busetas, ya que de verdad, en este mundo están de sobra.

¿Se imaginan que los bebés hablaran y fueran antivacunas?, dirían “no me pongas esa contra la polio ni el sarampión, quiero mmmmmmmm (se le trancó la boca con la polio, luego de adulto le dio sarampión que es peor).

Básicamente, los antivacunas no le temen al líquido, sino a la aguja. ¡Ah, pero sí los empina un amigo así como el de las películas esas para gente mayor y ociosa, esa aguja no les duele, no les trauma y si les gusta!

Los antivacunas son aquellos que le pesan el antivirus hasta el propio pendrive que ellos mismos usaron en la misma PC, porque en fin, ¡la hipocresía!

Dicen que las vacunas contra esta enfermedad mundial no son efectivas porque no actúan como las que se colocan de niños; esas vacunas tomaron años o décadas en llegar a tener la efectividad de por vida que hoy en día, poseen. Pero como pensar parece hacer daño entre los antivacunas, creen eso.

La mayoría de los voceros antivacunas son los que más han pelado el pedal desde que se comenzaron a administrar las vacunas.

antivacunas


Si las vacunas fuesen en supositorios, allí sí, porque por el sin esquinas sí les gusta y no hay experimento.

Los europeos pagaron hasta 250 euros por un certificado de salud falso, tan sólo por no colocarse una vacuna que es gratis. Porque la lógica, les duele así como les duelen los 5cm de la aguja con la vacuna.

Si las vacunas nos hicieran totalmente inmunes, los médicos, enfermeras y personal alterno, estarían haciendo TikTok de baile o buscando dinosaurios o pasando hambre.

Quienes más la pasan peor en los hospitales, son ahora los antivacunas, ¿Casualidad o es que la tienen agarrada contra ellos?, ¿Qué dicen los paranoicos?

Estamos viviendo un momento histórico y los antivacunas lo estupidizan así no más, ¡Caramba, nada les embona!

Si las vacunas fueran chips, como dicen los antivacunas, ¿Creen que las empresas de telefonía no nos estarían pasando ya la factura? O al menos, nos darían un plan de navegación gratis para WhatsApp y Facebook

Usualmente la gente es antivacunas hasta que la pelona les pela los ojos a ellos o a los suyos.

Muchos dicen que no son conejillos de indias y por eso no permiten ninguna dosis. Es verdad, no son esos animalitos lindos, son más bien brontosaurios, por lo de los cerebros pequeños en relación al cuerpo.

¿Han notado que entre más antivacunas, hay menos antivacunas?

Un jugador de tenis le mintió a un país y muchos le aplaudieron. Primera vez que aplauden al que pierde el set, juego y partidos.

No estoy de acuerdo que les deseen mal, les quiten servicios sanitarios o educación a los antivacunas; menos que les digan idiotas. Pero en este último, ¿Qué culpa tengo yo si la definición de idiota, les define?, miren lo que me saqué de Wikipedia:

IDIOTA proviene de ἰδιώτης ("idiótes"), la persona que se preocupaba solo por lo  ἴδιος ("ídios"), sus asuntos privados, por oposición al πολίτης ("polítes"), el ciudadano políticamente implicado. Para los griegos, alguien que no se preocupaba de la vida pública era un IDIOTA.

La educación vía documentales, blogs sin responsabilidad, videos extraños o una señora que escuchó eso de un ánima que no se le apareció porque las ánimas no creen en los antivacunas, lo dijo, es la que tiene fregada a muchos.

Hay gente que no cree en las vacunas pero sí en el agua de babandí que un yerbatero de un programa de televisión que objeta a la comunidad médica y que cura de todo con ramas hasta que la gente pasa al barrio de los acostados por no entender que las plantas naturales ayudan, pero no lideran en las curas.

“A mí no me pasa eso, porque yo no creo en eso; me pongo la mascarilla porque me obligan, pero me dejo la nariz por fuera, ya vas a ver que a mí no me pasa eso, porque no creo en eso”. Dijo alguien que le pasó eso.

Lo de moda es buscar términos, hacer combinaciones de palabras, significantes y significados: Antipueblo, antirrevolucionario, negador del cambio climático, anticiencia, antivacunas ¿Para qué necesitan tantas palabras para designar tipos tan específicos de hereje? Díganles herejes y listo. Eso se les quita cuando vean una luz blanca que los llama y ellos no quieren ir.

Las vacunas no eliminan ese mal aún, pero bajan los síntomas para que las posibilidades de que cuando no sea tu día, no te toque porque a China le provocó adelantar tu despacho al otro mundo. Pero infalibles no son.

Pensemos en la gente buena que se vacunó y se nos fue; en la que no se pudo vacunar y se nos fue. Al menos deberíamos de darles la honra de cuidarnos, porque ellos desde allá arriba, nos están cuidando. Claro, desde el cielo se ve todo el panorama.

Algo por lo que han catalogado de pendejos a los antivacunas es porque les dan una gama de vacunas para salvarlos y dicen que es una dictadura sanitaria; pero si no les hubieran dado ninguna vacuna estarían diciendo que quieren disminuir la población. Porque por sí o por no, siempre tendrán una teoría conspiranoica.

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Hay quienes estudian y amplían sus conocimientos pero siguen siendo analfabetos empoderados hasta que se les pone peludo el mundo.

Si las vacunas fueran en verdad malas, las grandes corporaciones y países a los que les gusta experimentar con humanos, hubiesen comenzado a aplicarlas en los países pobres, no les queden dudas.

Uno cuidándose y los antivacunas andan por todos lados, bajándose la mascarilla ante la gente para estornudar. Ojalá no les salgan los estornudos y se les quiebre una costilla o queden tísicos, para que vean su mala educación al hacer eso y tenernos en esta situación.

La mayoría de los antivacunas no son gente que manipula los datos, sólo es gente muy poco preparada en la ciencia, que le gusta creer en teorías de conspiración como que las vacunas les harán romper la tela misma del universo o dormirán con la boca abierta y las rodillas hacia atrás de por vida.

Es extraño, pero el fin por la enfermedad, de un antivacunas se respeta, porque cayó ejecutando su derecho a la decisión y se hizo su voluntad, la cual, no era la que quería.

Imaginen que tienen la cita de sus sueños con la persona que les gusta y les da la enfermedad china. Si acaso van, esa persona se los reprochará. Si no van, será su culpa. Si le contagian y esa enfermedad le da mastuerzo, cargarás la culpa. Si sabes que eres antivacunas y esa persona no lo es, no van a tener nada. Ergo, consiguieron una nueva versión del “no eres tú, soy yo”, que aplica de frente y en reversa, ¡Genios!

Existen antivacunas que se molestan porque en las empresas o negocios exigen el carnet de vacunación, por lo cual ellos sacan su postulación. Eso se llama buscar trabajo con la esperanza de tener algún motivo para no conseguir.

Se dicen “objetores de conciencia” y verdaderamente que lo son, porque objetan cualquier acto de plena conciencia ciudadana.

Mucha gente orejona es antivacunas, ya que desean que la pandemia siga y así con la mascarilla, todos nos veamos orejones como ellos.

Los feos  de cara y conciencia también son antivacunas, que buscan que la pandemia prosiga para que la mascarilla les tape algo de su fea cara. Aunque hay feos y feas que se la bajan cuando deberían tenerla arriba; seguramente se vacunaron. Único punto en contra a la vacunación.

Los vacunados sí nos contagiamos; los antivacunas dicen que entonces las vacunas no sirven, sólo por eso. Eso es algo bueno de los antivacunas, la creatividad en ciencia – ficción, ya que siempre inventarán cualquier argumento para creerse ellos mismos.

A una persona le sale una roncha y la secta antivacunas lo montan en las redes sociales y paran una partida de dominó ajena para decir que son antivacunas y si ven que alguien se vacunó, comienzan a hacer la inquisición. Lo raro es que en esa inquisición es a ellos a quienes se los chupa la bruja.

A los antivacunas, las agencias de publicidad, navegadores web y regímenes interesados en el caos así como a algunos privados, no les gustan este tipo de artículos. A la gente buena y correcta, sí y a ustedes están dedicados y a todos aquellos que aunque chillando como mono aullador y temblando como las casitas de los cochinitos en el juego Angry Birds, se vacunan y libran una persona a la vez, este mal Made in China y que no nombré porque los algoritmos se ponen brutos y censuran u opinan cualquier loquetera, como la OMS.

Ya los antivacunas fracasaron en meter miedo a la gente con las vacunas, pero este tema da para más.

¿Hacemos otro post o tienes otra conspiración de la cual quieres que hablemos seriamente en humor?

Humoristech Original

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