Todos tenemos un ángel de la guarda y el
mío definitivamente es Terminator. Porque de una u otra forma cumple con
defender mi honra, salud, vida, dolor y además me cela. Y sus celos o son
enfermizos o son escabrosos. Les cuento
Cuando mi Ángel de la Guarda me engarrotó, tó’
Estaba yo por la Avenida Bolívar de Maracay
muy quitado de la pena y como ciudadano ejemplar me dirigí al paso de cebra
como siempre hago para cruzar la calle.
Quedando 19 segundos en el contador en
revesar del semáforo con luz roja para conductores, me dispongo a bajar el pie
de la acera a la calle cuando, ¡ZAS!, me quedé engarrotado.
No podía mover un músculo y me dije
rápidamente ¿qué pasó?, pasaron 2 a 3 segundos y precisamente pasó una
camioneta Ford cruzando la esquina técnicamente en L, comiéndose la luz, sin
frenar a unos 80 kilómetros por hora así a pepa de ojo. Quizá 79 para no
exagerar.
De no haber mi Ángel de la Guarda Terminator
detenido mi andar, ese carro me hubiere hecho volar, desbaratarme y morirme
todo morido muerto muertito, sin duda.
Más no fue todo, además de salvarme como
todo un héroe que es, parece que le disparó con su cañón celestial, porque a
los pocos metros el carro se fue de lado y giró espectacularmente (menos para
quienes estaban dentro), quedando volcado aparatosamente.
Tranquilos, los que estaban dentro salieron
bien aporreados pero no moridos muertos de mortandad.
Mi Ángel de la Guarda Terminator, se
encargó de ellos.
El que me quiso asaltar, luego me asaltó y se fregó
Destino, destino es y peones somos. Hasta el
Ángel de la Guarda Terminator debe dejar que el mal avance para que el bien
aparezca.
Un ladrón quiso asaltarme una vez, pero
como me hice el que no oía y le hice señas confusas que lo desconcertaron,
falló en su empresa. Tiempo después, me pudo robar un celular que se me había
dañado horas antes por tercera vez y un pasaje.
El mal rato fue bastante para mí, pero mi Ángel
de la Guarda Terminator se encargó del sujeto cuando al querer asaltar a unos
niños la policía le hizo frente y en su huida se cayó por una boca de visita y quedó
muerto morido de lo matado, tal como reflejó la prensa, diciendo que estaba en
rehabilitación.
Pues mi Ángel de la Guarda Terminator lo
rehabilitó para que lo estudiaran en las escuelas de medicina, de eso no me
queda duda.
Acá la cosa se pone intensa
Algo que tiene mi Ángel de la Guarda
Terminator es que le da tristeza verme llorar cuando las damas me rechazan. Claro
que no les vuela el carro ni las lanza por un hoyo, pero siempre de los siempre
la que me rechaza como que es víctima de él.
Su imagen cambia a como ellas no se sienten
a gusto (diría feas, pero no soy quien), el marido las deja por otro, los
negocios no se les dan, se enamoran de uno que les puede dar menos de lo poco a
menos que les pudo dar yo, se llenan de nietos no deseados, regresan con su ex
que es más indiferente que un koala durmiendo, su imagen no les satisface (sí,
ya sé que lo dije, pero es que es así al cuadrado, parece que en cada
cumpleaños cumplen dos años extra) y se sienten solas y cuando me recuerdan,
siguen buscándose a otro y viene mi Ángel de la Guarda Terminator y les repite
la dosis.
Esto me hace sentir culpable porque pareciera
que soy yo y no, no lo soy, es ese psicópata de mi Ángel de la Guarda
Terminator que toma venganza por mí, sin habérselo yo pedido.
Creo que si yo fuese ese tipo de persona,
también estaría seco, con varias úlceras, sería rencoroso, maligno y tendría eso
como mérito para realizar un programa en el canal del Estado. Y no lo tengo
porque no soy así.
Fiestas o regalos
Parece que mi Ángel de la Guarda Terminator
se le sube la bilirrubina cuando no me invitan a fiestas o eventos nada más por
mi bolsillo, físico o porque no bailo. Entonces es genera gastos excesivos y
malos momentos a esos que no lo hacen.
Cuando no me felicitan o regalan en mi
cumpleaños, día del periodista o Navidad, esa persona le va mal en los negocios,
no duerme bien, termina con su pareja o se le rompen las uñas. Algo les ocurre.
Y me siento culpable porque fui yo el detonante al no recibir atención alguna.
¡Y si me dejan en visto en WhatsApp o no
responden la llamada, mejor ni les cuento cómo se pone!
Oración por mi Ángel de la Guarda Terminator
No, no es que escribiré una oración aquí,
sino que siempre hago una oración para que se amanse, porque si cada vez que
alguien me mira feo, me dice algo indebido, me tropieza o no me regresa la
tarjeta de débito luego de pagar, él les va a hacer la vida de cuadritos, voy a
terminar siendo peor que un gato negro y me volveré la siguiente pandemia,
¡amánsate chico!
Sí no me quieren, no hagas que se les caiga
el techo encima de la cama otra vez, mejor compénsame con un Bitcoin. Si me dicen
“te quiero como un amigo” o “¿por qué arruinar esta bonita amistad?”, no
vuelvas a hacer que las despidan y que no consigan empleo en su área ni que les
caiga agua en su laptop nueva, mejor regálame un Bitcoin.
Si algún sujeto comienza a hacerme Bullying
para sentirse popular, no le vuelvas a hacer enamorar de la novia de un Guardia
Nacional que lo descubra y ahora ande con muletas como anda aquel que me
ofendía, mejor dame un Bitcoin.
Si alguien me promete algo y se desentiende
para ilusionarme y que mis sentimientos se rompan como mis ilusiones o que me
utilice o no quiera cerrar un ciclo, no le arruines sus aspiraciones de empleo,
casa y viajes, eso no está bien, lo he visto ya muchas veces y eso no se hace Ángel
de la Guarda Terminator. Mejor ya sabes, dame un Bitcoin.
Y si la gente no lee este post o no comenta
o no pide nuevos temas o no ve y se da su tour de visita en lo que a los lados
centellea y decora, no le arruines sus equipos digitales ni hagas que el dinero
le escasee o no le rinda. Ya sabes mejor que quiero.
Y cuando me vuelvan a negar un beso y un
abrazo, mejor tú voltea para otro lado y cuenta hasta cien, Ángel de la Guarda
Terminator, porque tienes mucha acción determinante y luego ando yo con mi conciencia
dolida por todo lo que le pasa a la gente que me hace sentir mal o que no
comenta este y otros artículos (en serio, cuídense).
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