Uno de los mejores precios a pagar por cualquier producto, bien o servicio es: gratis. Y con cuevana oficial ese precio siempre se mantiene para ir de película en película, disfrutando cuando los demás están dale y dale con que uno se amargue con trivialidades como:
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Aumento del pasaje.
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Que destinen ese pasaje a quitar
asientos a las unidades y así, meter más personas con el alto pasaje.
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Aumento de la gasolina.
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No conseguir dicha gasolina, aunque fue
aumentada.
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Que te ofrezcan dos perros calientes por
un dólar.
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Que te cobren ese dólar al precio según
marque la temperatura, la hora del día y la conjunción de los planetas.
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Te ofrezcan señal de Internet a bajo precio.
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Por ser de bajo precio, dicha señal sólo llega un
par de horas a la semana (si quiere), obligándote a contratar un servicio de fibra óptica más caro, pero mejor.
De esas cosas
cotidianas ordinarias, uno se quiere salir y no adentrarse a más deudas. Y ya
que está pagando por Internet + Tv Cable, ¿Cómo es que esas operadoras quieren
que pagues más para ver películas online?,
¡Yo no estoy hecho de dinero, aunque estoy bien rico!
De película con Cuevana, hasta el fin
Siempre hay quien te
rescata y te da la oportunidad de gozar de las cosas buenas de manera gratuita,
sin que ese gratis sea ese gratis que al final, sale caro.
No te van a caer virus
que te hagan pagarle a un técnico que mete el antivirus, luego el CD de
instalación de Windows y termina cobrándote el dinero suficiente para irse de
vacaciones a Punta Cana en un viaje de película con la familia.
Tampoco te va a caer un
bloqueo porque estás yendo de película en película sin pagar nada. Allí todo es
legal y conectan con terceros para que lo que te llegue sea material con
derechos de transmisión y te libren de cargos de conciencia, que para la gente
buena nos salen con costosos cargos de conciencia.
Con Cuevana uno
consigue esos títulos que en las cableras no repiten o van limitando porque
esta pertenece a tal o cual empresa productora.
Una noche de película
con un título de los 80, seguido por una tanta de película de esta década, ¡Eso
se llama gozar y a buen precio!
Y no es que a mí no me
guste gastar, lo que pasa es que me fascina. Pero si gasto bastante en un Internet
que parece que funciona con manilla, lo lógico es que con esa señal me consiga
una maravilla como Cuevana Oficial que no me cobra ni me hace incurrir en
gastos de ningún tipo.
Bueno, sí, con Cuevana
tengo un gasto: Por estar de película en película, llego con sueño al trabajo y
toca dormir allá para regresar despabilado a casa para seguir viendo los nuevos
títulos en cartelera de Cuevana; no
le digan a mi jefe, ya él sabe y también llega tarde y somnoliento por el
maratón de película temática que se mete gratis, siempre.
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