Soy un defensor a ultranza de los blogs. Pido que lo hagan blogs
periodistas, para que digan lo que los medios no les permiten; que hagan blogs nostálgicos,
para que drenen sus historias y así no se queden solos; que hagan blogs
emprendedores, para que inspiren; que hagan blogs fagotistas, para ver qué se
puede hacer con un fagot, porque no lo sé.
¡Conseguí un buen blog para nosotras, mamá!, ¡ven ya a casa! |
Pienso... ¿Y sí hacen un blog madres con experiencia para que le enseñen a las que están por ser madres o
para las abuelas que habían perdido la costumbre de criar y más en estos
tiempos o para las tías que cuidan sobrinos?
Pues a mí me parece una idea brillante. Porque sí hay algo
que saben las madres de verdad verdad, las full time, es ser madres. Desde cómo
tomar al bebé para que tome la leche materna y luego sacarle los cólicos a cómo
colocarles el mameluco cuando estén recién nacidos y no chillen.
Desde el mejor remedio para el hipo, según la ciencia hasta
el hilo en la frente que nos enseñaban las abuelas. Sí, de mi abuela aprendí
eso y soy hombre. Y hay mujeres que no lo saben.
Es que no hay un manual para ser madre, no que se lea al
menos. Ese se va adquiriendo con cada abrazo que alegra, con cada ensayo y
error, con cada necesidad y con cada oportunidad. También con cada estupidez
que hace el padre y que la madre subsana.
Más, las madres también necesitan su punto de apoyo y por eso
vuelvo con la importancia de tener un blog. Las web cobran muy caro y otros te
las mantienen y te presionan. Los blogs o bitácoras son ese día a día a tu
tiempo que te permite escribir a gusto.
Hay quienes siempre me preguntan, ¿cómo hago para tener un
blog?, mi respuesta es directa y precisa: Siempre
terminan preguntándome eso a mí, ¿por qué lo hacen?, ¿no hay otro?, a mí los
blogs no me pagan por eso.
Pero como dije, soy defensor de los blogs y les digo dónde
pueden iniciarlo y que ello es una gran carta. Y les doy el ejemplo de una dama
que habla sobre la recuperación postparto de la madre y del bebé.
Ese tema es fascinante ya que crea el vínculo de la
protección. No es una madre que lo da todo para su hijo o hijos, no. Es el
inicio de un equipo imbatible. Donde ambos se necesitan sanos, fuertes, con
opiniones personales qué compartir, diferenciar y construir; con necesidades
educativas apropiadas y compartidas, que aprendan a ser un vínculo diario de
por vida.
Esa señora usó el poder de un blog para llegar al mundo. Por eso
creo en los blogs, porque desde el lugar más sencillo que es nuestro hogar o el
complejo de la oficina, aportamos al mundo, somos ciudadanos y ganamos haciendo
a los demás ganadores con lo que sabemos, lo que nos apasiona, con lo que nos
gusta, con lo que no es ilegal y que por ende no se censura ni se queda en la
pura mente.
Un blog siempre te enseña, un blog siempre te entretiene, y
yo te digo contento, ¡hasta el artículo
que viene!
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