Novio a la Medida...


Las telenovelas y los concursos de belleza no sólo le han mentido a las mujeres, también a los hombres, con relación al físico. Son como cuando estabas en la escuela, liceo o universidad y la chica que te gustaba te daba una carta de amor para que le hicieras el favor de llevársela a otro porque estaba bueno y tú, tú sólo eras un amigo de la muy desgraciada esa.

Esa mentira te la llevas hasta la tumba, pero no vayamos tan lejos, te la llevas al día de tu boda. Sí, ¡tu boda!, o sea hombre, ¡te vas a casar y aún te mientes!, sientes que no estás a la altura y estás concretando un momento feliz y entre tus planes, estaba el ir a esa boda como un mamarracho, como pagando venganza por dolores del pasado, con la cuatriboleada que se va a asar contigo. Te lo digo, no puede ser.

Los trajes de novio no deben ser desestimados nada más porque son de un día. Cónchale vale, ¡es tu día!, no sólo el traje de la novia y de las madrinas es importante. El traje del novio debe reflejar que te interesa demostrarle a esa mujer que tú eres elegante y que vas con todo, con ella.

La sastrería a la medida es como cuando compras una vieja casa en un terreno que se ve como bombardeado. Allí se ve el potencial, se analiza el terreno, se utilizan los mejores materiales, la mejor mano de obra, te hacen ponerte derecho para que te endereces (nadie quiere una casa torcida), buscan los colores adecuados, te consultan qué te gustaría realzar, te sugieren las mejoras objetivas, te arreglan la fachada, los lados, la parte posterior, hacen que el traje y tú se hagan uno solo (sí, lo estás pensando y lo refrendo, pasas a ser una especie de Tony Stark vistiéndose de Iron Man), ¿viste que te da seguridad?, ¡y tú de muy cobarde o muy loco pensando ponerte el traje viejo de tu papá o ir a un alquiler donde quedas como un saco de papas, pero lleno de conchas de maíz o terminas quedando peor que los mesoneros!, hay que pensar compañero, ¿acaso crees que sólo ella se está casando y merece atraer todas las miradas?, pues no.

Imagina que tu novia y ya casi esposa está entrando a la iglesia y te ve allí todo galán a la medida, con el porte que la enamoró, pero en grado superlativo. Y será al hombre que amará por siempre, porque mostró personalidad arrolladora. También, las mujeres que te vean así se dirán, ¡mira lo que me perdí!

Entonces, ponle interés a tu forma de ser galante, hazte un caballero a la medida, por dentro con personalidad, clase y bondad y por fuera, con ropa de sastre. Porque de lo contrario, desastre serás tú y tu matrimonio, por no ponerle ganas.

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