Poco o casi nada se puede decir de éstos profesionales del volante. Pero como ando de humor de meterme con esta gente humilde que hace sentir a los pasajeros mal a gusto diariamente, pues acá les voy con cosas sueltas.
Hablando de soltarse, cuando veo a un colector agarrado de una orilla de la puerta con el dedo meñique y el cuerpo guindando, pienso que sí se cae, la gente va a llorar. Porque van a llegar tarde a su destino, claro está.
Para el exterior, el colector es un sujeto sacado a destiempo de algún recinto de recuperación de drogadictos, contratado para amenazar al pasajero y que éste pague su pasaje; ergo, hace el trabajo que los choferes de antes, hacían, pero los de ahora, son delicaditos y deben estar pendientes de cambiar la música, de la mujer que se les sienta al lado y de la mujer de ellos que los fiscaliza y les pegan dentro de la unidad delante de los pasajeros.
De usual, el colector tiene pinta de mafioso o de no haber aprobado el 6to grado, pero se cree más que tú, te amenaza, te humilla y te recuesta el tostón y encima, hay que pagarle.
Con cada aumento de pasaje, la calidad disminuye. Eso indica que el dinero no hace mejor a la gente.
Se prohíbe fumar en las unidades, sí no le invita un cigarrillo al chofer y al colector, que sí fuman, toman café, agua, hablan entre sí y a veces, ven al frente mientras se conduce.
La hora que sea, siempre será hora pico para el conductor de buses, microbuses, camionetas, perreras y demás; y por ende, llegarás tarde a tu destino.
Sí en Venezuela existieran autobuses de dos pisos para el servicio interurbano, los choferes querrían que en un solo viaje, entre toda la población, incluso los que están en sus casas y no van a parte alguna.
Hay autobuses Blue Bird and Co que aún ruedan por nuestro país. Porque esos sí son unidades macho alfa lomo plateado. Las demás, son esas que protestan por derechos falsos e idiotas, como las feminazis o los veganos.
Sí les dejaran (aunque no les interesa el que dirán, pero fingen ser personas), los choferes le quitarían los asientos a sus unidades. Más espacio, más ganado humano se puede arrear.
Los colectores no permiten que se les sienten en su puesto, pero siempre van agarrados del estribo. O no les gusta que se les caliente o tienen celos de que les quiten el amor del conductor.
Venezuela, donde los autobuses de lujo envejecen en una semana.
Sí fuese posible conseguir los "Pendientes Potaro" o aprender la fusión de Dragon Ball Súper como hacen Gokú y Vegeta, los choferes serían muy felices, ya que dos pasajeros se fusionarían, ocuparían un solo espacio y pagarían doble pasaje.
Una particularidad de nuestro transporte público es que cuando más lo necesitas, no consigues puesto. Pero siempre los choferes y colectores le consiguen puesto a quienes cargan un saco, un tanque de agua, 3 maletas, un ataúd; a quienes van a cantar con una armónica, un tambor y un monito; un mago que hace cualquier truco menos el de bañarse; un tragasables que escupe fuego en la unidad y a los atracadores.
Mi reflexión final es, "mientras más conozco el transporte público, más prefiero irme a pie".
Argenis Serrano - @Humoristech
Hablando de soltarse, cuando veo a un colector agarrado de una orilla de la puerta con el dedo meñique y el cuerpo guindando, pienso que sí se cae, la gente va a llorar. Porque van a llegar tarde a su destino, claro está.
Para el exterior, el colector es un sujeto sacado a destiempo de algún recinto de recuperación de drogadictos, contratado para amenazar al pasajero y que éste pague su pasaje; ergo, hace el trabajo que los choferes de antes, hacían, pero los de ahora, son delicaditos y deben estar pendientes de cambiar la música, de la mujer que se les sienta al lado y de la mujer de ellos que los fiscaliza y les pegan dentro de la unidad delante de los pasajeros.
De usual, el colector tiene pinta de mafioso o de no haber aprobado el 6to grado, pero se cree más que tú, te amenaza, te humilla y te recuesta el tostón y encima, hay que pagarle.
Con cada aumento de pasaje, la calidad disminuye. Eso indica que el dinero no hace mejor a la gente.
Se prohíbe fumar en las unidades, sí no le invita un cigarrillo al chofer y al colector, que sí fuman, toman café, agua, hablan entre sí y a veces, ven al frente mientras se conduce.
La hora que sea, siempre será hora pico para el conductor de buses, microbuses, camionetas, perreras y demás; y por ende, llegarás tarde a tu destino.
Sí en Venezuela existieran autobuses de dos pisos para el servicio interurbano, los choferes querrían que en un solo viaje, entre toda la población, incluso los que están en sus casas y no van a parte alguna.
Hay autobuses Blue Bird and Co que aún ruedan por nuestro país. Porque esos sí son unidades macho alfa lomo plateado. Las demás, son esas que protestan por derechos falsos e idiotas, como las feminazis o los veganos.
Sí les dejaran (aunque no les interesa el que dirán, pero fingen ser personas), los choferes le quitarían los asientos a sus unidades. Más espacio, más ganado humano se puede arrear.
Los colectores no permiten que se les sienten en su puesto, pero siempre van agarrados del estribo. O no les gusta que se les caliente o tienen celos de que les quiten el amor del conductor.
Venezuela, donde los autobuses de lujo envejecen en una semana.
Sí fuese posible conseguir los "Pendientes Potaro" o aprender la fusión de Dragon Ball Súper como hacen Gokú y Vegeta, los choferes serían muy felices, ya que dos pasajeros se fusionarían, ocuparían un solo espacio y pagarían doble pasaje.
Una particularidad de nuestro transporte público es que cuando más lo necesitas, no consigues puesto. Pero siempre los choferes y colectores le consiguen puesto a quienes cargan un saco, un tanque de agua, 3 maletas, un ataúd; a quienes van a cantar con una armónica, un tambor y un monito; un mago que hace cualquier truco menos el de bañarse; un tragasables que escupe fuego en la unidad y a los atracadores.
Mi reflexión final es, "mientras más conozco el transporte público, más prefiero irme a pie".
Argenis Serrano - @Humoristech
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