Existen instantes en los que el ruido externo se conjuga con el ruido interno y dificulta el poder escribir cualquier cosa, sea seria o graciosa, la hayas visto, oído y más aún si acaso la has imaginado.
Entonces lo que toca es
romper con el entorno para volver a ponerse juiciosito con uno mismo. Y sin
temor a volver a enfrentarse con esas temáticas o deberes que se han de
realizar para ganar el dinero que te ayudarán a cubrir las necesidades básicas como
el comprar el Sushi para almorzar en la semana, Champagne, un teléfono celular
nuevo cada bimestre y unos zapatos deportivos con lucecita y una alarma con voz
que diga, “auxilio, me están robando”.
Si lo pensamos –y sentimos
bien- así es que deben hacerse las peticiones y lograríamos funcionar mejor
todos. Se acabarían tanto la viveza criolla como los ventajismos o
personalismos. Tener nuestras almas llenas de adoración y alabanzas para orar y actuar en cada momento del día lo
que logra es deslastrarnos de pensamientos y actitudes negativas que nos
trancan, nos alejan del cielo, hacen que las personas se sacudan de nosotros y
terminen mostrándonos una fealdad actitudinal que no debíamos tener y mucho
menos mostrársela a los demás.
La voz de Emi Molero y las
súper letras que de todo corazón tiene, terminan rescatándolo a uno de esos
archivillanos que son el negativismo, falso orgullo y alejamiento intencional de
la luz divina.
Muchas veces hemos dicho en esta web u
oído en la calle la expresión “la gracia de Dios”;
personalmente a mí me suena que su gracia es la sonrisa afable y el tesoro que lo bendice
más a uno cuando Él ve que nos portamos correctamente con los demás, con la
vida, con nosotros mismos.
Me toca darle las gracias
a Emi Molero por tener las canciones idóneas para la adoracion y alabanzas para
orar, que permiten realinear mi vida y llevar mi mensaje de Humor y Paz.
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