No es por alabar, pero El Solidario GV es la mejor obra de pobreza intelectual y moral que ha surgido en los últimos tiempos. Es una versión no tan porquería pero sí bastante, de La Hojilla, aunque un tanto más light por ser transmitida de día, sin groserías y con música propicia para tomar cerveza, aunque sea la hora del desayuno.
El programa, presentado por Juan Eleazar Figallo que en otros
tiempos era gente y se sabía comportar, anteriormente vivía siempre en Globovisión, ahora vive en su rancho mental y está damnificado; actualmente siendo uno de los seres más
estratégicamente patéticos de corazón de toda Venezuela, echando
bendiciones falsarias y pavosas que ameritan el uso de peonías, ensalmes y oraciones para
revertirlas.
Es que este es un evangélico que debe fingir que es cristiano, es
como cuando un alcohólico debe actuar como sobrio: su deber lo llama, pero ¡guácala,
qué asco el agua sola!
Luego comienzan a pedir que le escriban al WhatsApp, lo que
indica que no están tanto con el pueblo allí en El Solidario GV, porque la
gente de pueblo, apenas tiene quien le preste un teléfono. De hecho, no sé cómo
le están viendo los necesitados si Globovisión sale sólo en cableras.
Después de payasear un rato invocando al pueblo, porque
ciudadano es ofensivo para el dueño del canal y sus socios en el poder, le baja
el espíritu de sí mismo cuando era gente y habla de los jerarcas de Miraflores,
que no son pueblo sino ciudadanos con derechos y nada que deber. Con esa
bajadita de rodillas, ya el sueldo le llega al dizque popular Juancho (él se
dice así y al estar en un medio).
Como es un programa de pobres de criterio, hay quienes le
escriban y son llamados reporteros
solidarios, porque nada mejor que un periodista y un canal de noticias
vilipendien y reduzcan más a la profesión peor pagada y a la que le pegan más
en Venezuela luego de los educadores, los periodistas.
Entonces decir “estamos en el barrio Loma Grande donde no hay
agua, exigimos agua pa’ loma grande, reportó para ustedes la Maryurys”. Y ese
video lo pasan por pantalla gigante.
Pide que le den papelitos a los trabajadores de Globovisión para que lo lleven al programa. Le he enviado varias notas en papel y WhatsApp denunciando que hay un programa en Globovisión con un viejo desfasado gritando en las mañanas, molestando la moral de la ciudadanía, que pido se comporte, pero él jamás lleva mi denuncia al aire. Creo que sesgan a la libertad de expresión por conveniencia.
Luego hay dedicatorias de canciones porque en El Solidario GV
tomaron lo mejor de la radio en Venezuela en los años 70 y 80 del siglo XX y lo
transformaron en un entretenimiento de pobres de atención.
Entonces dan algunas informaciones sesgadas y más música y
más llamar negrita a la productora y luego no sé qué pasa, porque me voy a
trabajar y no escucho más ese hipnotizante de crédulos que también ha azotado
en mi hogar.
Mensaje a “El Solidario GV”
Gracias por enseñarle a los futuros periodistas sin
escrúpulos ni amor propio que no todo es dar noticias, reportar e investigar, también
es bueno hacer el ridículo a cambio de unos cuántos dólares y captar la
atención no se sabe de quién, porque Juancho se lanzó a diputados y hasta en la
repartición de la trampa, el muy patético sacó menos votos que en una oficina
cuando votan para decidir dónde ir a almorzar.
Así, los futuros periodistas que está casi que estudiando por
Parasistema o audiolibros prestados, verán un futuro claro para sus
expectativas, además de dar la lotería o casarse con un millonario por ser la
que da el tiempo en minifalda.
Por igual enseña a los estudiantes que sí quieren hacer buen
periodismo, que el ser una marioneta no es bueno para el periodismo ni para
profesión alguna; que no se puede dar un vuelco de 90 grados y caer de cabeza
como cayó Juan Eleazar Figallo que con su gritadera desenfrenada como si le
meten Red Bull al café, hacen de El Solidario GV otro de esos programas que
invitan a trabajar mucho para pagar televisión por cable o Netflix, HBO Max,
Disney + o Paramount + y no ver cómo un hombre serio se está quemando a sí
mismo en una posición muy comprometedora.
Humoristech
(¿Alguien sabe cómo recuperar los momentos que perdí viendo esa
mala versión del Show de Fantástico de pobres?).
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