Sí, usted no sabe cómo
leer una página web y nadie se lo había dicho porque o les daba pena o son
personas que tampoco saben leerlas correctamente. Así que siéntase con mucha vergüenza
pero tenga el alivio de que hay muchísima gente con su mismo error y no son una
minoría.
Ahora, como se ha dispuesto a salir de tan grave error, manténgase atento y su vida cambiará para mejor y todas sus penas se disiparán.
Primero, ¿En que está fallando?
Usted lo que hace es
ver que tiene señal de Internet o datos móviles en el teléfono o Tablet o ver
el símbolo de la computadora conectada en la PC y arranca, va directo a
averiguar quién sabe qué cosa y así a los golpes.
¿No se da cuenta que
está lanzando al traste el fastuoso necesario de quienes se ocupan de la Creación de sitios web en Miami o en
Caracas o en Buenos Aires o en Pogo o en las Islas Aleutianas con su actitud
displicente para con estos sitios, por el hecho
de no saber cómo leer una página web?
Usted escribe en el
buscador unas palabras y llega a un listado con el Top Ten de las opciones y de seguro no va eligiendo cuál se asocia
más a lo que busca en base a la descripción, sino que simplemente pulsa el enlace que resalta en otro color.
Y al comenzar a leer,
se da cuenta que ni de cerquita se relaciona con lo que busca y su mente ante
este acto repetitivo se va haciendo tan sosa, que termina votando por un
político de izquierda o aplaude cuando colocan a bad bunny.
Todo esto porque no lee
la descripción debajo del enlace de ese top ten y tampoco coloca una frase
coherente en el buscador. Es más, ni siquiera de manera específica coloca la frase
que busca entre comillas, que acorta y especifica los resultados, como por
ejemplo “el Hotel Mara, en Maracay”.
Cómo leer una página web
Lo primero es no correr
con el dedo o el mouse o el teclado, si la lectura veloz no es lo suyo. Aunque
no sea lo que busca, aprenda del error y sáquele provecho.
Vea los artículos
relacionados o sugeridos a los costados. En ocasiones lo que busca está metido
en el sitio que visitó pero en otro lado, por timidez o ganas de hacerle a
usted investigar. Si se va a otro sitio sin revisar, puede estarse perdiendo
una gran oportunidad.
Tome contexto de las
imágenes, videos, referencias así como hace con el texto. No siempre le van a
decir las cosas tal cual usted quiere, sino como se debe explicar. Al usted
adentrarse en la mente del autor podrá percibir que ha aprendido el cómo leer
una página web, de una manera que las mentes cerradas no pueden. Incluso, usted
podrá llegar a fingir que es inteligente.
Si es un sitio de
ventas, la forma de cómo leer una página web de esta categoría, es ver cuándo
se publicó, la descripción y cuáles son los comentarios de los usuarios; éstos
últimos casi siempre son negativos porque son gente que no sabe leer entre
líneas ni la letra chiquita o simplemente se dejaron llevar por las fotos y no
se detuvieron a reflexionar. Usted, hágalo.
Cuando lea sitios
informativos o educativos, recuerde que los primeros no deben decirle lo que
usted quiere sino lo que debe leer. Porque esa autocomplacencia lo va a
terminar hundiendo esperando que El Principito
baje de su planeta a visitarle.
Y con los educativos,
nótese cómo explican y si no alargan el asunto sin dar ejemplos ni ser
tendenciosos. Ya hay muchos de esos en la Internet.
La forma de cómo leer
una página web que muestra el cómo se
hace o mira lo que dijo esta
estrella o esas de sabes cómo orar bajo el agua con la boca
abierta es muy sencilla. Simplemente no las lean.
Y cuando ya estén por
terminar, no se olviden de ver la tanda de opciones titilantes que pululan
alrededor de los blogs o aplicaciones. Si se aguantan la de las televisoras o
de los cines o streaming, esta no les hará daño visitarlas para que los pobres
creadores de contenido sigamos haciendo contenido rico en vitaminas, calcio y fluoruro
de manganeso.
Cumpliendo con esos
sencillos pasos que no sé si sirven porque los hice sin pensarlos, usted sacará
provecho a cada inmersión a la Internet y le sacará el costo que paga o el
estar sentado a la orilla de la acera hasta altas horas de la noche, al borde
de la casa de donde se está robando el WiFi.
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