Sin Súper Poderes, por favor
De niños, nos la pasamos soñando tener muchos poderes para hacer lo que se nos salga
del forro de la gana e incluso poder dar gritos o poses de invocación que
siembren el temor en nuestros enemigos; porque de niños, soñamos tener
enemigos, sueño que se hace realidad cuando entramos al ambiente laboral.
Pero razonándolo bien, este enlace entre los poderes y las virtudes que
conlleva siempre son un preámbulo a los malos ratos. Sí bien te dan fama y la
gente se alegra de que existas, terminan usándote como el mayordomo de tu vida
y siguen descuidándose.
Así
como hacen con la policía a la que le confían su seguridad y resulta que son
los primeros que los asaltan, pero siguen sin prevenir para no lamentar, lo
dejan todo en manos de una fuerza mayor: de la quien tiene poderes.
Pero
analicen bien la vida de los superhéroes y notarán que no es tan chévere como
se piensa. Les digo 7 no más de ejemplo duro y puro:
Batman: Sus padres, gente buena y brillante
además de multimillonaria, no tuvieron mejor idea que meterse en un callejón oscuro
para que les dieran chicharrón y dejar a un huérfano con problemas
actitudinales que se viste como vampiro y
sale al anochecer, porque en la noche se inspira, y se lleva a una mujer.
No tiene súper poderes, pero el muy masoquista se los inventa.
Superman:
Otro
huérfano y muy solo por ser de otro planeta. Tiene casi todos los poderes del
mundo y no los puede usar todos porque podrá arrasar con el planeta. Tiene una
esposa que se mete en líos no más confiada que él la va a salvar. O sea, su
niñez y adultez es un stress constante nada más por tener poderes.
Spiderman:
Su tío y su tía murieron por su culpa; su novia no lo recuerda. Se la pasa
hablando con él mismo y nadie le ríe los chistes. Todos le echan la culpa de
todos. Si un gran poder conlleva una
gran responsabilidad, mejor es no tener poderes, porque arrasa con la
familia.
Gokú:
Uno de mis mayores sueños de vida es el súper poder de ser padre. Gokú lo tiene
y jamás lo ha ejercido e igual su mujer e hijos lo adoran. El no más sale a
partirse la jeta hasta casi desexistir y entrenar cada vez más, como los
narcisos en los gimnasios que se aman entre sí. ¿De qué vale tener poderes sí
no sabes amar y ser amado por quien debe ser?
Koji
Kabuto: Su abuelo antes de morir, en vez de dejarle un
terreno o un carro de segunda mano, le deja al robot Mazinger Z y la
responsabilidad de destruir a otros robots y cuidarse de que no lo vayan a
liquidar por tener a ese robot que él le dejó. ¿Qué gracia se puede obtener de
tener poderes donde tu vida va a ser un peligro constante y teniendo que criar
a un hermano menor que no puede ir a la escuela porque allí se lo pueden
soplar?
He-Man:
Su vida principesca se ve opacada por andar de guachimán (sereno, vigilante u
oficial de seguridad) del castillo Grayskull, sólo porque a los seres antiguos
se les ocurrió crear cosas místicas peligrosas y tiene a una administradora que
no posee suficiente poder.
Él podría estar viviendo su vida en leotardos
junto a su tigre de lo más tranquilo, pero tiene poderes y amigos que se meten
en problemas.
Tortugas
Ninja: Nada más les cayó el Ooze (mutágeno) y miren lo que les ocurrió: Les cambió la vida para
estar sirviendo a la gente que les temería si los vieran directamente. Porque
el mundo es así de ingrato. Ellos podrían estar comiendo pizzas en las
alcantarillas como se acostumbre, pero no, deben cumplirle a su Sensei que es
una rata que da palizas. ¿Tener habilidades para que nadie te dé las gracias
porque te temen por tu aspecto?, eso es triste.
Por ende
Los súper poderes son como la leche de magnesia,
un tremendo bien que te va a traer efectos colaterales muy riesgosos. Parece
que es mejor no tenerlos y así, vivir en paz y morir de viejo.
Es mejor dejarles el asunto a los funcionarios públicos que son buenos.
Sí, existen, son menos que una minoría y rara vez se consiguen, pero quizás en
la lotería de la vida, tengas la fortuna de encontrarlos y de no tener súper
poderes, que además:
-
Te hacen usar máscaras en pleno
trópico, creándote problemas dermatológicos.
-
Estás en escenas de peligro en vez de
estar en tu cama, tranquilito.
-
Si tienes superfuerza, no puedes
apretar.
-
Con aliento congelante, suspirar,
estornudar o cepillarte los dientes es un suplicio.
-
Si lanzas telarañas, debes estar
barriendo todo el día.
-
Los superpoderes de armaduras y
tecnología, gastan mucho capital y no te da oportunidad de dormir.
-
Poder de nadar y luego estar oliendo a
pescado en tu casa.
-
Sí te teletransportas y te equivocas,
podrías materializarte en roca sólida y quedar destruido o peor aún, en un baño
LGBT y que te manoseen abusivamente.
-
Con visión de Rayos X, podrías terminar viendo sin ropa a la gente fea
y poco a poco tu vida será tan triste como la de un ginecólogo, proctólogo o
taxidermista.
Es mejor una vida así normalita, sin súper
poderes.
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