Reunión de Exalumnos


Si algo nos ha enseñado las películas y series norteamericanas, es que las reuniones de exalumnos son el medidor del fracaso, éxito o estancamiento de las personas.

Por ello, sea lo que sea que se haga, la gente llega disimulando su pobreza y su estancamiento, que se nota porque se les desata un hambre vieja y unas ganas de emborracharse como nunca en su vida con lo que ellos llaman gratis.

Más, los que han tenido éxito en la vida, como usted que me lee sin llorar o quien redacta en esta página web que también estoy aguantándome las lágrimas para disimular, hemos logrado un tremendo éxito en la vida.

Dicho éxito es estar respirando y tener para pagar el Internet, de lo contrario, ambos no tendríamos este medio y estaríamos esperando las reuniones de exalumnos para poder comer y beber como si no hubiese un mañana.

reunión de exalumnos


¿Qué hay en las reuniones de exalumnos?

Las mediciones son básicamente sencillas. Las mujeres comienzan a evaluarse y a lanzarse cuchillos mentales y/o verbales en contra de la excompañera del salón que aunque han pasado los años, la falda que utilizó en cuarto y quinto año, le ha de seguir quedando perfectamente.

Los hombres, andan midiéndose los músculos para ver quién abandonó su cuerpo, quien sucumbió a la edad o tiene un trabajo sedentario, siendo éstos últimos en muchas ocasiones y desde que apareció el teletrabajo, la mejor forma de ganar dinero.

Las conversaciones de las mujeres continúan atadas a los vestidos, sin tomar en consideración que con el que ellas cargan, parecen un tamarindo de tres pepas o que agarraron las cortinas del baño y se hicieron un vestido de último minuto.

Siguen los hombres diciéndose de todo, ya pasando del musculo a cuánto cabello les queda a cada quien, cómo se les ven los zarcillos y que si esa peluca que usan es buena y si no agarra hongos al caerle agua de lluvia.

Las mujeres quieren bailar y piden al DJ que coloque éxitos de los 80 y 90. Luego de unas cuatro canciones están cansadas y comienzan a evaluar que esas reuniones de exalumnos son una mirada al pasado lejano y que lo que hacen es burlarse de ellas y su edad.

Les explota un feminismo que no sabían que tenían y la amiga abogada progresista comienza a hacer llamados de huelga, paro y quema de ropa interior y obras de arte en represalia por unas fiestas que se burlan de su dignidad.

Mientras tanto, los hombres que habían evitado bailar con las mujeres de su promoción porque sus esposas los tienen amenazados, comienzan a sentir los efectos de la pea llorona mientras recuerdan que el carro no les funciona, los hijos se les están revelando y que van a tener que gastar el dinero que no tienen en tomar mucho protector gástrico luego de esa reunión porque ya no toleran nada de lo que comen.


Acto final en las reuniones de exalumnos

Ya cuando todo asemeja a un desastre y los que han triunfado en la vida están ruega que ruega al comité organizador de que finalice este acto porque, o les están pidiendo prestado o los amenazan de ataques directos por restregar su éxito y buena fe en la vida, siguen los actos finales que son:

-       Entrega de reconocimiento por parte de todos los presentes en estas y otras reuniones de exalumnos al padrino de la promoción. Nadie recuerda que él murió hace años y no dejó familia y se pierde el dinero de la placa.

-       Menciones especiales a los alumnos más destacados de la promoción. Ergo, siguen las amenazas contra los que han hecho algo en la vida.

-       Imágenes de la promoción. Sigue el llanto al ver delgadez, sonrisas, cabellos, vitalidad y esperanzas en las imágenes.

-       Alegorías a la institución donde estudiaron. El encargado de recibirlo no sabe dónde está parado y está en estado de ebriedad suspendida.

-       Nombramiento del comité de las próximas reuniones de exalumnos cada cinco años. La cara de “ojalá que ya no esté vivo cuando sea la siguiente” se refleja en la gran mayoría de los asistentes.

-       Develar las mejores notas, promedios o logros extracurriculares de todos los presentes, para darse cuenta de que algunos realmente quedaron con materias pendientes u otros pagaron para aprobar.

Finaliza el acto con un poco de música, haciendo todos el trencito, en el cual los casados aprovechan de pasarle la mano a las excompañeras y éstas en sacarle el dinero o llevarse los centros de mesa y demás adornos que sirven para decorar los micro sets de cumpleaños que vemos en las fotos de Instagram.

Cuando ya cierran el local, tarde en la noche, los más pobres deben quedarse a las orillas del club esperando que llegue el amanecer para poder agarrar transporte público para irse a su casa, mientras que los más pudientes están esperando grúas, porque les sacaron la batería del carro en el estacionamiento.

Argenis Serrano

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