Sí revisas el santoral hoy,
de seguro conseguirás a santas y santos que en vida hicieron mucho por los
demás y eso les exaltó a los altares donde hoy, les oramos. Pero, ¿Qué hay de
esos espíritus silentes que andan rondando por allí, esperando ser llamados por
nosotros y así poder hacer buenas obras y ganarse sus alas y no estar bajando y
subiendo del cielo en un ascensor?, esos también ameritan el que nosotros les
colaboremos tal cual pueden ellos hacer hacia nos.
Esos son los que colaboran en las acciones menudas y chiquitas que los
santos, por estar más elevados y para cosas trascendentales, no hacen. De
seguro que sí le rezamos a estos espíritus del día a día, ellos tendrán más
poder y harán nuestra vida más fácil como la Inteligencia Artificial, que ya
nos está comenzando a dominar, como ya se sabía era el plan de Skynet.
Oración a los espíritus del despertar
Ayúdenme
espíritus que quitan la pereza a poder dormir entre cinco minutos y media hora
más, llegar al trabajo tarde todos los días sin que me descuenten ni despidan y
aun así tomarme mi tiempo para tomar café, desayunar, revisar mis redes
sociales y que no me toquen clientes molestos que vengan a perturbar mi sana
paz, mucho menos que lleguen problemas, sobrecarga de trabajo o falte algún
compañero y me toque hacer sus tareas y las mías por el mismo pago. Así sea.
Oración del mediodía
Espíritus
poderosos que están en todas partes, permitan que a la hora del almuerzo no se
me sienten al lado los obstinados, los que hablan gamelote, los que repiten una
y otra vez lo mismo y son serpientes venenosas.
Ayúdenme
a que alguien me invite a almorzar a un buen lugar donde no haya cola y pueda
volver a tiempo a laborar, aunque yo no quiera.
Que
la comida en los restaurantes sea copiosa y barata, que sí he de comer perros
calientes o hamburguesas, al banquito donde me siente no se le parta una tapa,
nadie me tropiece y que por ello la comida se me caiga y que no me haga daño.
Que
me dé chance de ver algunas tiendas, comprar lo que necesito y llevar sol antes
de volver al claustro que llamo trabajo. Que
sea siempre así.
Oración a los espíritus de la tarde
Luces
celestes que ayudan al trabajador asediado por ese castigo que llamamos
trabajo, por favor permitan que las tardes se vayan rápido, para poder irme
pronto.
Que
no lleguen clientes de última hora y con peticiones que podría tomarme un rato
largo, mismo que podría malgastar en un bar, en el cine o en el peor de los
casos, en mí hogar.
Que
tampoco me pidan horas extras a menos que el pago sea quíntuple y en dólares.
Permíteme
tomar el transporte público pronto y que al chofer o a su colector les dé por
no cobrarme, vaya sentado y sin reguetón ni vallenato.
Y
que al llegar a casa pueda hacer cosas relajantes con tiempo de sobra, poder
acostarme y dormirme pronto y descansar, siempre olvidando que he de levantarme
al día siguiente a trabajar, para que el sueño sea placentero y sin
sufrimiento. Se los pido espíritus por
favor y gracias.
Oración a los espíritus del fin de semana y feriados
¡Oh
espíritus poderosos!, detengan el tiempo lo más que puedan, para poder dormir
más, hacer las compras en el mercado, retozar en el hogar y salir a beber o a
rumbear con largo y extenso placer.
Que
el dinero me rinda y, sí no lo tengo, que le rinda al que tenga y me cubra
todos los gastos.
Haz
que la programación de TV sea buena y que la música de los vecinos sea mejor o
de no ser así, de plano que se les dañe el equipo de sonido para que no me despierten.
Y
que el ominoso lunes que se cierne luego del domingo, sea un día liviano en el
cual poder sacarme la cruda de la bebida y de la nostalgia de no seguir de
juerga, permitiendo que todo sea liviano por el resto de mis días.
Que
los feriados y vacaciones sean pagos, extensos y festivos, para hacer de la
adultez el paraíso prometido y así no reprocharme jamás el deseo de ser adulto,
que siempre tuve siendo niño, sin saber lo que estaba pidiendo.
Pido
perdón a ustedes por ese error, espíritus de poder, además de solicitar que
hagan que la vida diaria sea tan bonita como en Navidad, Semana Santa o
Carnaval. Que sea esa su voluntad.
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