Hablando Solo

hablando solo
 

Sí me ven hablando solo, es porque resulta ser la única forma de mantener  constantes conversaciones inteligentes.

Ir por la calle hablando con uno mismo y a voz semiaudible, ayuda a que no te asalten porque “este loquito no debe tener nada”.

Ir cantando solo, además de catártico, ahorra escuchar las mismas canciones del playlist o a algún locutor estridente y una mala musicalización.

Ir hablando solo parece una buena idea para recordar las cosas, pero no lo es. Luego de ir repitiendo una y otra vez lo que se va a hacer o lo que se debe comprar, al llegar al sitio, se te borra el archivo de tanto que lo gastaste.

Por eso cuando se habla con uno mismo, se va diciendo aquellas cosas que los demás no te dicen. Pero ojo, no te las creas todas, porque la autocomplacencia es la que alimenta al ego y los que hablamos solos jamás nos podemos creer mejores que los demás.

Debemos estar seguros de que lo somos.

Cuando se va hablando solo, siempre te gritan cosas desde los carros. En vez de molestarte, puedes retroalimentar tu conversación pensando en su mamacita y en la posibilidad de que le clonen la cuenta del banco por andar burlándose de los intelectuales que no tenemos monologo interno.

Ir por la calle conversando con esa alegre y hermosa persona que es uno mismo, las distancias se van acortando más por la distracción de la buena charla con alguien que está verdaderamente a tu estatura intelectual.

Temas de conversación como “esa señora que trae una bolsa en cada mano, difícilmente se va a defender o esquivar si le doy un golpe directo a la boca del estómago no más por diversión”, o, “si le echo agua al tanque de la gasolina de esa moto, seguramente salvo al dueño de las ganas de ser asaltante como casi todos los motorizados”.

En ocasiones te consigues a alguien que también viene hablando solo. Allí, se forma una conversación entre cuatro seres de luz bastante interesante.

El problema de hablarse a uno mismo, es la tendencia a hacerse caso y no hacer caso a lo que dicen los demás. Pero, para lo que están diciendo los demás en estos tiempos, la verdad es que mejor seguir hablando solo, porque al menos es alguien de confianza.

Además, cuando uno mismo se dice las cosas correctas, termina cuidándose. Recuerden que nuestro Alter Ego habita en el mismo cuerpo de la persona que –se cree- es coherente. Y el daño o bien que reciba uno, lo resiente el otro.

Así que cuando vaya por la calle, esté en un lugar donde no aportan gran cosa a la conversación, hable con usted mismo.

Salvo en velorios, ascensores, cuando haga exámenes (en los estudios o psicológicos) y cuando esté viendo películas, allí sí espere a los comerciales.

Argenis Serrano - @Humoristech

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