Pedro Pérez y Yuleixys Olivares querían ser famosos desde pequeños.
En su casa les enseñaron que el fin justifica los medios. Que para amasar una fortuna tenían que convertir en harina a los demás.
Ya desde la escuela, Pedro era un metebulla que al ver una pelea, le decía al que estaba golpeado, ¿viste lo que dijo?, ¡que a tu mamá le gusta sentarse en el bicho y dar cuarenta vueltas!, haciendo que la pelea se extendiera mientras él estimulaba apuestas dobles, de quién ganaba y de cuántos días sería la expulsión. Esta última apuesta la manipulaba él siendo testigo en la dirección de lo que sucedía -según su versión-, donde el ganador llevaba hasta 3 semanas expulsado y riesgo de perder el año porque según Pedro éste gritaba que "al director también le gustaba sentarse y dar 40 vueltas y hasta aguantaba más".
Mientras tanto, Yuleixys era más sifrina y decente en sus manipulaciones, siempre sentándose junto a la maestra y comentándole las cosas que en verdad no decían los alumnos de ella cuando ésta iba al baño. De puta en adelante era el asunto, pero dicho con lágrimas y en palabras inentendibles para los infantes pero que demostraban una gran madurez en esa niña adelantada para su época y que con ello se ganaba los puntos, favores y adoración de sus compañeras que la envidiaban, y eso que aún no le salían los senos.
En el liceo, ambos se encontraron y comenzaron un idilio debido a que se sentían identificados y complementados uno con el otro. Desde estafar desayunos, robar exámenes del multígrafo, estimular riñas mayores donde no había que ofender al director sino que hacían que otros se robaran los cauchos de su carro luego de drogar al vigilante; graduarse con honores porque chantajearon con fotos manipuladas a la secretaria de la oficina de notas que robaba equipos de oficina y se acostaba con profesores a los que luego chantajeaba con sus cheques de pago, estimulados por Pedro y Yuleixys que poco entraron a clases, pero eran una espada de Damócles en cada uno de sus desafortunados compañeros.
Por fortuna no pasaron a la universidad. Se dedicaron a la gestoría, con contactos irregulares, cobros de pasaportes y títulos que a veces no entregaba y otras tampoco, entre otras marramucias que encontraron fáciles en tiempos de revolución a la que se suscribieron por méritos y escalaron encima de los que tenían puestos. Nunca quisieron tener cargos, porque les gusta robar disimuladamente.
Se les ocurrió tener un negocio legal de mampara para evitar ser investigados y poder lavar el dinero. Montaron así panaderías, abastos, heladerías, tiendas de productos de higiene y un cyber. En poco tiempo sintieron un cambio terrible en sus vidas, ¡se habían vuelto decentes!
Más llegó el día en que ambos polos iguales debían separarse y luego de tal estabilidad que acabó con la magia, decidieron hacer la repartición y Pedro se cogió más cosas que Yuleixys y ésta se cogió a los amigos de Pedro en represalia (¿?)
Tuvieron el cambio radical de salir a la palestra porque se sentían ciudadanos de bien y como hacen la mayoría de los pobres que no quieren pagar un abogado bueno o los exhibicionistas que quieren dilucidar sus vergüenzas a la luz pública por apantallar, se fueron a Televen al programa SE HA DICHO, cosa que los hizo burla de sus conocidos que no los trataron más por miedo a que los robaran...otra vez.
Luego de reírse quién sabe cuántas veces, de hablar de ella incontables veces, de hacer sentir a los demás intrascendentes, de honrar el dolor ajeno para ganar raiting, de regañarlos a ambos, de decir "título supletorio" un montononón de veces, de preguntarle al ayudante qué piensa y hacer pasar pena al ayudante porque le tocó pensar en cosas tan banales que no deberían ventilarse en público y menos a las 6 de la tarde cuando deberían pasar "Los Tres Chiflados" o "The Big Bang Theory" pero el presupuesto del canal no lo permite y la ley insta a pasar cualquier cosa que ayude a pensar menos y sentir más.
Después de todo eso, la jueza que no funge tal como lo hacía el juez de SE HARÁ JUSTICIA por RCTV, lo que les hace es buscarle un abogado que les haga todo más barato y discreto porque ya el show ya pasó, media hora de ventilar la falta de carácter y personalidad criolla basta para una pareja confrontada, ya que viene otra; al final lo que es el programa es una especie de agencia de colocación de abogados y algunos profesionales alternos, no un juzgado.
Cuando Pedro y Yuleixys vieron que el show les podía costar la cárcel cuando averiguaran el origen de los fondos de sus negocios, prefirieron seguir juntos como un matrimonio swinger y con mitad y mitad de gastos, tratando de no reproducirse (él con vasectomía y ella con histerectomía), cosa de no tener que gastar en niños y teniendo claros que con o sin ellos, sí se ponen payasos van presos.
Ellos mismos se crearon su segunda oportunidad y todo el conglomerado está tranquilo. Ya al morir la pagarán. Bueno no, les cayó el impuesto sobre la renta y les robó todo, para así obtener los 100 años de perdón.
Lcdo. Argenis Serrano - @Humoristech
En su casa les enseñaron que el fin justifica los medios. Que para amasar una fortuna tenían que convertir en harina a los demás.
Ya desde la escuela, Pedro era un metebulla que al ver una pelea, le decía al que estaba golpeado, ¿viste lo que dijo?, ¡que a tu mamá le gusta sentarse en el bicho y dar cuarenta vueltas!, haciendo que la pelea se extendiera mientras él estimulaba apuestas dobles, de quién ganaba y de cuántos días sería la expulsión. Esta última apuesta la manipulaba él siendo testigo en la dirección de lo que sucedía -según su versión-, donde el ganador llevaba hasta 3 semanas expulsado y riesgo de perder el año porque según Pedro éste gritaba que "al director también le gustaba sentarse y dar 40 vueltas y hasta aguantaba más".
Mientras tanto, Yuleixys era más sifrina y decente en sus manipulaciones, siempre sentándose junto a la maestra y comentándole las cosas que en verdad no decían los alumnos de ella cuando ésta iba al baño. De puta en adelante era el asunto, pero dicho con lágrimas y en palabras inentendibles para los infantes pero que demostraban una gran madurez en esa niña adelantada para su época y que con ello se ganaba los puntos, favores y adoración de sus compañeras que la envidiaban, y eso que aún no le salían los senos.
En el liceo, ambos se encontraron y comenzaron un idilio debido a que se sentían identificados y complementados uno con el otro. Desde estafar desayunos, robar exámenes del multígrafo, estimular riñas mayores donde no había que ofender al director sino que hacían que otros se robaran los cauchos de su carro luego de drogar al vigilante; graduarse con honores porque chantajearon con fotos manipuladas a la secretaria de la oficina de notas que robaba equipos de oficina y se acostaba con profesores a los que luego chantajeaba con sus cheques de pago, estimulados por Pedro y Yuleixys que poco entraron a clases, pero eran una espada de Damócles en cada uno de sus desafortunados compañeros.
Por fortuna no pasaron a la universidad. Se dedicaron a la gestoría, con contactos irregulares, cobros de pasaportes y títulos que a veces no entregaba y otras tampoco, entre otras marramucias que encontraron fáciles en tiempos de revolución a la que se suscribieron por méritos y escalaron encima de los que tenían puestos. Nunca quisieron tener cargos, porque les gusta robar disimuladamente.
Se les ocurrió tener un negocio legal de mampara para evitar ser investigados y poder lavar el dinero. Montaron así panaderías, abastos, heladerías, tiendas de productos de higiene y un cyber. En poco tiempo sintieron un cambio terrible en sus vidas, ¡se habían vuelto decentes!
Más llegó el día en que ambos polos iguales debían separarse y luego de tal estabilidad que acabó con la magia, decidieron hacer la repartición y Pedro se cogió más cosas que Yuleixys y ésta se cogió a los amigos de Pedro en represalia (¿?)
Luego de reírse quién sabe cuántas veces, de hablar de ella incontables veces, de hacer sentir a los demás intrascendentes, de honrar el dolor ajeno para ganar raiting, de regañarlos a ambos, de decir "título supletorio" un montononón de veces, de preguntarle al ayudante qué piensa y hacer pasar pena al ayudante porque le tocó pensar en cosas tan banales que no deberían ventilarse en público y menos a las 6 de la tarde cuando deberían pasar "Los Tres Chiflados" o "The Big Bang Theory" pero el presupuesto del canal no lo permite y la ley insta a pasar cualquier cosa que ayude a pensar menos y sentir más.
Después de todo eso, la jueza que no funge tal como lo hacía el juez de SE HARÁ JUSTICIA por RCTV, lo que les hace es buscarle un abogado que les haga todo más barato y discreto porque ya el show ya pasó, media hora de ventilar la falta de carácter y personalidad criolla basta para una pareja confrontada, ya que viene otra; al final lo que es el programa es una especie de agencia de colocación de abogados y algunos profesionales alternos, no un juzgado.
Cuando Pedro y Yuleixys vieron que el show les podía costar la cárcel cuando averiguaran el origen de los fondos de sus negocios, prefirieron seguir juntos como un matrimonio swinger y con mitad y mitad de gastos, tratando de no reproducirse (él con vasectomía y ella con histerectomía), cosa de no tener que gastar en niños y teniendo claros que con o sin ellos, sí se ponen payasos van presos.
Ellos mismos se crearon su segunda oportunidad y todo el conglomerado está tranquilo. Ya al morir la pagarán. Bueno no, les cayó el impuesto sobre la renta y les robó todo, para así obtener los 100 años de perdón.
Lcdo. Argenis Serrano - @Humoristech
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