Desde
las primeras luces del alba, notas antes sagradas se hacen sacrílegas en este
lugar plagado de horrores. Son a su vez la suma de los errores del miedo y la
soberbia que hacen eco más allá de su espacio físico.
A
cada momento en este lugar de miserias, se profesan las mentiras más
inverosímiles que son dichas como cantos de sirenas que embaucan a los
marineros para que se estrellen y así tomar posesión de sus tesoros y almas.
Sonrisas
cínicas van circulando con miradas de soberbia sobre los rostros de los
humildes que son embaucados en sus necesidades y atrapados en la cárcel de las
ideas impuestas.
Gritos
estentóreos que profanan al aire y se magnifican para adentrarse en los que se
creen escépticos o invulnerables, pero son arrastrados en su dudas,
debilidades, temores y resignación para terminar aceptando a éste monstruo
policéfalo que llega a cohabitar en su alma para nada culpable.
Imágenes
repetitivas de un pasado ya pisado, que resulta ominoso e incongruente, se
hacen la constante para que los campesinos, los nobles, los de clase media,
transeúntes todos y que queriendo o no le pasan cerca, les muestran sus
fijaciones que deberían ser inicuas, pero son un grabado en las retinas profesada
por los verdugos y carceleros mientras proyectan sus risotadas y burlas para
quienes quieren escapar de esa jauría de horror.
Con
lisonjas, cánticos, presente rosa y futuro dorado que no son más que
espejismos, se muestran con piel de lobo para luego transformarse en la mayor
de las pesadillas.
Mostrando
falsedades de otros lares se definen como la opción plausible y de vida para
captar más incautos y enrolarlos en sus ejércitos de zombis, que no saben más
que repetir significantes cuyos significados desconocen pero al serles
melodiosos los dicen como propios, siendo títeres del maligno.
Y
llegada la noche los demonios mayores hacen de las suyas, lanzando incautos,
inocentes y a los hidalgos al cadalso o a la olla de los lamentos y las
atrocidades, sin que éstos puedan defenderse y sean víctima de ataques
despiadados, unilaterales y respaldados por las almas corroídas que dicen ser la
ley, tan sólo por ser más fuertes en el potencial de destrucción y muerte.
Este bosque de Halloween es de verdad y existe en un mundo irreal donde lo malo es bueno y lo bueno sólo es lo que ellos dicen, esta casa de los horrores tiene un nombre tan blasfemo que sólo puede ser descrito por sus terroríficas y viles siglas que son la señal de satán: VTV.
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