El DeLorean DMC-12, la verdadera máquina del tiempo (disculpe, Doctor Who, es la verdad) |
Esto visto desde la extraña óptica de la gente que cree que los demás no se ponen viejos, calvos, se les pone la piel como lavada con vinagre, la nariz y lóbulos de las orejas no les crecen y que caminan como golpeados en un interrogatorio policial.
El que tengan fama no implica que sean inmunes. Hasta los infames mueren. Y sí, no tengo idea de qué quise decir pero fue una frase épica.
Continuamos. Otra cosa que no creen es que la gente de la TV y el Cine, se mueren o quedan locos o en quiebra o que se aflojan de las agarraderas de la moral.
Es esa gente que se sorprende que la primera Yellow Ranger de los Power Rangers, la despedida por ser asiática a petición de un grupo anti-dicriminación que a según le estaban defendiendo su derecho a su raz, no así a su trabajo, murió en un accidente.
Claro, eso podría ser además de destino, porque la muerte es una desgraciada nata, un efecto dominó. Quizá de haber estado trabajando sin sentirse discriminada por el color del traje, no hubiese estado en el lugar del accidente. No sé, digo yo.
O que Max Wright, quien hacía a Willie Tanner en "ALF" también le metía a rarocosómetro y andaba en fiestas con otros sujetos sin ropa masculina ni femenina, pero sí con correas como animales domésticos, metiéndole orégano a las narices y dejándose respirar en el cogote.
Obvio que el contacto con un extraterrestre que le gastaba el salario en comida y compras por televisión, crearía ese efecto en él. No sé, digo yo.
La máquina del tiempo se abrió para todos. Y más para los latinos. Recordemos que acá nos llegan las series y películas con un tiempo extra luego de su emisión en USA y además, esas se grabaron el año anterior.
De allí es que veamos a actores y actrices más abollados que carro chocado, con el cabello pintado de varios colores y una palidez como de haber estado haciendo 5 tesis a la vez y por lo tanto haberse encerrado a terminarlas a puro pan y agua.
Lo otro es que en las series juveniles así como Victorious o ICarly, las chicas que hacen de bachilleres, ya casi están a punto o de terminar la universidad o parir sus segundo hijo. Pero con la cara tiernita y las batatas también, pasan por muchachitas. Igual sus partner.
Y la máquina del tiempo es más cruel cuando se comienza a cotejar fotos de actrices y actores de cuando hicieron la serie a cuando murieron o a sus 70 a 100 años de edad, sin maquillaje y haciendo esfuerzos para que no se les entuma la boca tratando de sonreír.
Liposucciones, estiramientos, coloraciones, decoloraciones, tratamientos antiedad que se perdieron, maquillajes que nada resuelven, voces que se escuchan como un Walkman con gasto de batería, eso es lo que vemos.
Y aún así, mas de uno se sorprende, se les olvida que están viendo seres humanos.
Ocurre con otros que son contemporáneos con uno y parece que son nuestros tíos abuelos, obligándonos a decirnos, "a éste lo rodaron espichado y de noche por una carretera sin pavimentar"; extrañamente, uno deja de verse tan aporreando en comparación, cuando antes ese era tu modelo imposible de alcanzar.
Vamos a viajar en la máquina del tiempo para pensar que todos somos seres humanos, que fallamos, acertamos, aprendemos, enseñamos, sufrimos, nos alegramos, nos abollamos, nos parapeteamos.
Para que las sorpresas sean de cosas hechas y no de cómo el paso inexorable del tiempo que nos marca con decrepitud, sea el motivo de sorpresa.
Argenis Serrano - @Humoristech
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