Comer balanceado. Ir en patineta mientras se come una sopa de mondongo o montarse en una
baranda a masticar costillas de cerdo a la barbecue le darán el balance ideal y
el gusto para seguir comiendo sabroso. Ahora, si no puede pagar eso, entonces
sepa usted que ya de plano, está fuera de balance. Quizás usted diga que eso no es vida saludable, pero es mejor que el hambre que es tan poco sana.
Desayunar con un puñado de
semillas de girasol, almorzar mucha lechuga, cenar unas rodajas de tomate, le
ayudarán a tonificar sus piernas y mejorar su canto. Sí le funciona a los
canarios, pues, ¿por qué a usted no?
Beber 3 tazas de café al día,
tomar refrescos en cada comida grande, consumir cerveza cada vez que pueda le
ayudarán a dormir menos. Pero la ventaja es que se podrá ver la panza cuando
esté acostado y eso es mejor que verse los puros huesos.
Tomar 10 vasos de agua al día es
excelente para el del camión del agua potable. Usted le estará ayudando a
vender su stock y él tener una vida saludable. Es más, mejor bébase 20.
Cuando se bebe alcohol, se dice "salud". Pues beba bastante, eso es "saludable".
Hábitos tóxicos. Dejar los hábitos como meterse hisopos por la nariz para hacerse usted
mismo la prueba del coronavirus y decir que está enfermo porque todo le sale
verde es parte de una no vida saludable. Sí, se le llama locura.
Evite comentar en redes sociales
porque siempre hay quienes son más vagos que lo que usted podría imaginar, cazando
a los demás para descargarlos con toda esa toxicidad propia de la falta de
moralidad y exceso de tiempo libre.
Trate de no estar viendo mucho al
techo, allí se proyectan las películas de su vida y siempre son tristes y con
temas que dan mucho para llorar, propio del cine latino pues.
Procure no agobiar a las personas
que ama y tampoco les haga mucha falta; mucho menos exagere en las pausas y en las
asistencias. En fin, vaya y no vaya, que le vean y no, que sepan que está
respirando y de vez en cuando les manda
dinero en efectivo y así saben de usted pero no andan amorochado con usted.
En fin, el tóxico es usted.
Higiene personal. El uso de la mascarilla, guantes, lentes, gorras, batas quirúrgicas ha
hecho que muchos anden sin afeitarse, cepillarse, las uñas con mugre, quitarse
las legañas, no ir a la peluquería y engorden porque creen que deben hacer que las
batas quirúrgicas les queden ceñidas al cuerpo. Si busca una vida saludable,
véase en un espejo o que le tomen una foto con zoom de X20 al menos y ya deje
de dar pena.
Ejercicio físico. Ahora que una semana de pasaje en transporte público equivale a dos
meses de trabajo, aprovecha de caminar mucho, siempre llevando un envase con
hielo que, si no se le deshace en la vía, se lo frota en el cuerpo cuando
llegue a su trabajo. Da menos mala apariencia que aparente haberse mojado que
llegar sudado.
Puede hacer una rutina diaria de
bajar y subir escaleras unas doscientas veces, tratar de tocarse las rodillas
con la lengua, pestañear 1.500 veces seguidas, hacer el Moonwalker descalzo en
tierra, cavar su propia tumba o una zanja cualquiera según sea su salud,
martillar de noche, azuzar perros y huirles, ayudar al del camión de refrescos
a descargarlo sin pedir ninguno a cambio…bueno, uno.
Productos tóxicos. Vamos de nuevo con lo tóxico, no sólo porque es parta de una vida
saludable, sino porque la palabra tóxico está de moda. Estos no sólo son las
cosas que ya usted sabe que no debe beberse ni echarse en el cuerpo porque le
arde, sino también esos productos como la TV Cable, el PlayStation, Nintendo o cualquier
consola de videojuegos, las tablets, teléfonos celulares & Smartphone,
computadoras, laptops, las licuadoras inteligentes, el air fryer, los
televisores de plasma, los ventiladores recargables, la estufa eléctrica, el mini
Split, las cornetas individuales, las luces LED y en fin, todos esos productos
tóxicos que le están envenenando el bolsillo y consumiendo su tiempo. Vuelva a
la era cuaternaria como cualquier venezolano está progresivamente haciendo.
Equilibrio mental. Es más o menos como lo de la comida balanceada, pero con su mente. Sin intentar
comérsela, piense. Sólo deje de estar viendo sombras donde ni bultos hay, no se
crea la última Coca – Cola en el desierto, deje de estar anunciando desastres o
desenlaces fatales, olvídese que es el ombligo del mundo, no vea sólo la mitad
de las noticias sino la parte de atrás, el tras cámaras y la utilería le
enseñarán bien qué ocurre, no sólo unas palabras e imágenes, ya es hora de que
use al menos el 10% de su cerebro. Bueno, no, mejor 15%. Y no para el mal, usted
no es Lex Luthor.
Una vida saludable se aleja de la
paranoia y deja de estar inventando cosas raras para luego andar chillando el
¿por qué yo?; ya bastante espacio del disco duro mental se está ocupando en
pagar deudas, saber qué se va a comer y calcular cuánto miden las altas horas
de la noche como para estar gastando fuerza en otras cosas.
Actividad social. En la medida de lo posible y por una vida saludable, tenga mucha
actividad social. Aproveche las caminatas y vaya saludando, piropeando,
lanzando besitos, abrazando gordos y picándole el ojo a las viejitas. Aproveche
el uso de la mascarilla para hablar solo y verse menos loco. Súbase a los
ascensores y grite ¡AL INFINITO Y MÁS ALLÁ!, cuando vaya subiendo y ¡FUERA
ABAJO!, cuando baje, en especial sí hay más personas que no conoce mientras se
pega en la frente diciéndose a sí mismo, “no voces en mi cabeza, no le haré
daño a estas personas, vine a socializar”.
Puede ir a bares, restaurantes,
plazas, centros comerciales, cines, estacionamientos, playas, montañas y
saltar, hacer un videoclip o video podcast entrevistando y saludando a la gente,
porque saludar es parte de una vida saludable. Porque a la gente le fascina
salir en cámara.
Luego corra ese video y vea las
actitudes falsas, temerosas y bobas de dichas personas que hacen esas cosas
cuando las están grabando. Usted se terminará riendo mucho aunque sea solo y la
risa es sana y le garantiza una vida saludable.
Argenis Serrano - @Humoristech
No hay comentarios.:
Publicar un comentario