Sí, el primer televisor de mi casa era a colores, a saber: blanco y negro en pantalla que hacían un gris claro, botones negros, carcasa en beige y los números en anaranjado. En teoría esos son televisores a colores, en la práctica, eso da ganas de llorar en la actualidad.
Y
la verdad es que él también me educó luego de mis padres, porque en su tiempo fuerte de vida, veía los
programas así como dicen que los perros ven al mundo, en blanco y negro. Yo creo
que dicen eso porque los perros no saben los colores o nunca les han dado una
caja de Berol Prismacolor.
No
sabía entonces yo que la casaca de Aquaman era anaranjada, que es mi color
favorito; la gente se veía opaca y descolorida, como que les faltaba Malta
Caracas; no sabía que el traje de Don Diego de La Vega era marrón o azul, todos
se me parecían a su traje de El Zorro. El traje de Batman y Robin eran de
varios matices grises, así que cuando llegó el Batman de 1989, el color no me
fue tan impactante.
Mucho
menos sabía que La Familia Munsters eran verdes o que la casa de Los Locos
Addams era amarilla con rosada. Bueno, en su mayoría lo vinimos a saber por
datos en YouTube y una que otra colorización en TV. Los Tres Chiflados se veían
bien en blanco y negro y así se quedaron. Tal cual como mi memoria los
recuerda.
El
televisor estuvo meses antes de mi nacimiento, era de esos de manija que
sonaban ¡clac, clac!, ¡clac, clac!, tal cual como usted en este instante ha de
estar haciendo con su mente o con un chasquido de su lengua.
Él
fue copartícipe de mi educación porque mi mamá veía los programas conmigo y me
explicaba lo que era verdad, lo que era ficción; mi papá me explicaba que sí no
me iba a dormir y dejaba el televisor a las nueve de la noche, eso sería malo
para mi salud (¡¿?!).
Foto referencial. Referencial a lo que estoy referenciando, porque éste no era el de nosotros, el de nosotros era más bonito y menos descuidado |
En
un apartamento en el que vivimos alquilados, en una habitación donde vivimos arrimados y en la casa propia de nos, el
televisor General Electric hizo vida. Y era discreto, porque no consigo fotos
de él.
No
se le podía conectar un Atari, un Betamax o un V.H.S., tenía una entrada no sé
para qué y otra palanca para los canjes a canales en UHF que no existían en el país. Había
que llegar a él para cambiarlo, mis niños. Pero con los canales nacionales era
suficiente para uno sentirse bien de lunes a lunes en cualquier horario, porque
tuvo la fortuna de mostrar buena y/o aceptable televisión venezolana y mundial,
algo que sus predecesores no pueden decir del todo. Y sí lo dijeran, a sus
dueños ricos hicieran por ser televisores extra inteligentes.
Tenía
un tío que también poseía uno similar, se le cayó la palanquita de los canales
y él lo cambiaba con un alicate y descalzo. Porque había que ponerle emoción
extra al asunto, creo.
Ya
para el año 2001, luego de ver lo que sería el futuro de la televisión
venezolana y de Venezuela entera, el pobre quiso advertirnos, muriendo de a
poco. Extrañamente, disfrutábamos todo lo que nos mostraba y le hacíamos caso,
menos a eso.
El
yeyo le comenzó que al calentarse, se le iba la imagen. Bueno, se le
distorsionaba, es que así hablamos los venezolanos. Entonces había que apagarlo
en los comerciales y más o menos calcular que había comenzado la siguiente
sección del programa para verlo obvio que era casi imposible ver un partido de
futbol sin interrupciones. Y a veces se nos pasaba el tiempo y perdíamos la
secuencia. Eso sí, como tres gafotes viendo la pantalla apagada.
Hasta
que no prendió más. Tuvo 2 reemplazos como que sacados de la basura porque no
duraron nada, eso sí, en colores y se le parecían porque se les iba la
imagen…se les distorsionaba. Ni quiero recordar cómo llegaron esos mamotretos
acá. Hasta que llegó el Daewoo que aún tenemos y que anda con un vahído casi de
telele de los colores fallando ahora.
¿Nos querrá decir lo mismo acaso?
Bueno,
como final de esto coloco que le doy las gracias a mi televisor, el cual ahora
ha de estar en alguna nube entreteniendo a unos angelitos que no lo ven gris,
porque desde el cielo las imágenes siempre serán coloridas, como deben ser muertos
recuerdos, sueño y esperanzas.
Humor y Paz a los televisores de buena voluntad.
Argenis Serrano - @Humoristech
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