El miedo a vacunarse obliga a la gente a decir que las vacunas tienen cientos de cosas malas y que son un engaño; lo dicen con tal vehemencia que podrían ser líderes izquierdistas, vendedores de productos por televisión o escribir series de conspiraciones para Netflix.
Lo cierto es que son
cobardes que le temen a 5mm de una aguja finita con un líquido porque dizque se
pueden morir con ellos 3 días antes que con la enfermedad que se pretende
combatir, ser seguidos por GPS para saber qué hacen en los baños donde trabajan
o rasgarse la tela del universo frente a ellos cuando no estén presentables
para viajar a otra dimensión.
Usualmente quienes tiene
miedo a vacunarse son aquellas personas que siempre usan camisa manga larga,
presumiendo elegancia, pero no, es miedo de que les puyen. Como si las mangas
se las hicieran con la tela de los chalecos antibalas, ridículos.
¿Por qué el miedo a vacunarse?
Algunos expertos han
determinado que el miedo a vacunarse puede ser:
- -
Tienen primos que
han caído en enfrentamiento a cuchillo o les han contado cómo ellos han sido
los victimarios en varios robos.
- -
Les leyeron La Bella Durmiente y el cómo Bella se
pinchó con la aguja de una máquina de coser.
- -
Se tatuaron y el
tatuador estornudó en pleno trabajo y les quedó el trauma.
- -
Les ponían
tachuelas en el asiento en la escuela y les quedó el complejo.
- -
No les llega el
oxígeno al cerebro.
- -
Les hace falta
barrio.
- -
Su mamá los
asustaba con una enfermera o laboratorista por el mero hecho de que su mamá es
gafa o idiota.
- -
Creen en todo miedo
que les meten por cualquier medio.
Formas de curar ese miedo
Básicamente el miedo a
vacunarse se puede curar con diferentes terapias. Las mejores son:
- -
Darles un golpe
seco en la nuca.
- -
Usar cloroformo.
- -
Agarrarle entre
varios y meterles la aguja por donde sea, para que vea que en otras partes
duele más y es peor.
- -
Llevarle a unos
policías de esos que son especialistas en dejar otro tipo de pinchazos y golpes
que duelen más.
- -
Enseñarles dos
agujas: Una con la vacuna y otra con puro aire y hacerles decidir con cuál
tienen más miedo a vacunarse y con cuál no.
Debemos acabar con eso de
meterle miedo a los niños y niñas a las inyecciones, pastillas, jarabes o a
tomarse la sopa, porque se está creando una generación de idiotas cobardes que
van a acabar al mundo mucho más rápido.
Hay mejores cosas con qué
asustarlos: Trabajar en un lugar donde las personas son peor que víboras,
sacarse la cédula, tener conflictos en Twitter, pagar alquiler y no poder ni
costear los 6 primeros meses adelantados, los que se suben dizque a cantar en
el transporte público llevando sólo punzones, etc.
¡Ah, pero sí les pagaran
por vacunarse o fuera cerveza intravenosa, allí sí hacen colas y demandan su
derecho a que los puyen varias veces!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario