Hay personas que confunden el término “empirismo” con el suponer cosas y practicar con los demás. Aunque en su mayoría no saben que significa el término “término”, menos van a saber lo que es empirismo y por ende, de sus inventos no se puede esperar una vida sana.
Existen en cambio personas que además de lo que quisieron
o pudieron estudiar, se educan en lo que les da nota, les nace, les parece que
se adapta a su mundo interior y al mundo exterior, como quienes estudian naturopatía online o el titipuchal de
cursos que se pueden encontrar en la web, ya sean bajos o gratuitos, pero
buenos.
Esos son los tipos de personas con quienes uno debe
cruzarse en la vida, no lo que andan experimentando con el “echando a perder se
aprende”, pero jamás lo hacen en ellos mismos, sino que andan jugando al Dr.
Víctor Frankenstein a ver qué se arma y a qué cosa le dan vida sana según ellos.
Diferencias entre suponer y saber y que inciden en una vida sana
Suponer no es saber, solamente es la base para investigar
y descartar, pero muchos lo agarran como santa palabra y hasta que no tienen la
soga al cuello mientras están en el mar, rodeados de tiburones y amenaza de
tsunami, no comienzan a reflexionar sobre las metidas de patas que acometen.
Como esos que dicen “voy a agarrar esta matica de
floralum para ligarla con canela y hojas de chiltrifonia con dos gotas de limón
al día, para que se me curen las arritmias cardíacas. Y sí, se le curan al despegar
de este mundo con una intoxicación con tronar de huesos y la nariz volteada.
Están también las vecinas que dicen que las hemorroides
se curan con baños de asiento sobre cáscaras de piñas que deben acompañar con
el consumo de unas cláusulas de tamarindo con chocolate y siempre hay más de un
incauto que parece desear el fatuo destino de sufrir de almorranas para probar
la efectividad del mismo.
Termina en un algo que ni siquiera les invito a imaginar.
Ahora, el saber es algo distinto. Quienes estudian
naturopatía online no tienen tiempo para estar inventando ni diciendo cualquier
barbaridad que pueda trastocar la vida sana de las personas. Porque ese tiempo
lo invierten recomendando tratamientos principales y coadyuvantes propios de la
homeopatía y otras especialidades médicas que sí benefician a todas las personas.
“El conocimiento
es poder y sólo el poder es justicia”, dijo Shaka de Virgo y
tiene toda la razón.
En estos momentos en que el mundo ha sido batido, mezclado,
agitado, machacado, pulverizado y más por una pandemia, demostrando que hay
mucho necio que de las fallas y dolores vistos sigue sin querer aprender a aprender, yo le recomiendo a
mis lectores que sí busquen aprender.
Todo curso es bueno porque están hechos para la vida sana
de mucho, no como eso del seno, coseno, cotangente y las leyes de Mendel en el
bachillerato de la cual sólo una minoría hace mercado.
Estudiando algo del montononón de cursos online y máster que hay en la Internet, sacaremos el provecho
tecnológico bien avalado para que la gente nos preste atención no por suponer,
sino por realmente habernos ocupado de saber para hacer y ser.
La vida sana comienza con la satisfacción de hacer las
cosas bien y no irse por la vía fácil, salvo que te ganes una lotería de
bitcoin, allí si manda el estudio al carrizo y la vida sana será en París,
Japón y Punta Cana.
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