Una de las grandes desventajas de
salir a la calle, asomarse por la ventana, ver televisión o redes sociales e
incluso visitar el estado de WhatsApp
de tus contactos, es que te dan muestras directas o indirectas de puras joyitas con las cuales no
quisieras atravesarte, pero lo haces.
Eso es lo malo de salir con las
orejas y ojos puestos, uno termina viendo cada cosa que te hace entender por
qué viene un asteroide en el 2032, al borde
de la Navidad como para que nadie se queje de que no le tocó lo suyo.
En Venezuela, referirse a “puras
joyitas”, es hablar de esos seres que respiran que no le aportan nada bueno a
la humanidad. Algo muy distinto a lo que podemos conseguir en gemaspreciosas.org
donde lo que abunda es información técnico – científica, social y comercial sobre
joyas de verdad, las inmaculadas, preciosas y que deslumbran a todos para bien.
Hay una gran diferencia entre “joyas” y “joyitas” cuando nos referimos
a las personas o cosas. Las joyas son invaluables y da gusto conocerlas, las
joyitas son un gasto de oxígeno que pesa que se te atraviesan.
Lista de puras joyitas que nos tropezamos en el día a día
Quienes interrumpen a otros durante una conversación
Las normas del buen oyente y buen
hablante se las pasaron por el fundillo. Y peor son en televisión que interrumpe
la idea, opinión y derecho de palabra al otro, para luego preguntarse por qué
la sociedad está mal.
No escuchar activamente a los demás
Puras joyitas aplican el “yo
primero, yo segundo y yo tercero” y sólo te escuchan para curar el insomnio
provocado por amarse ellos tanto. Les hablan y sólo captan la palabra que les
sirve para activar la lengua en un montón de estupideces alabándose a sí mismo
(claro, más nadie lo va a alabar).
Hablar en voz alta en lugares públicos
Especialmente cuando están al teléfono.
Y se molestan si uno comenta algo. ¿Cómo no lo vamos a hacer si técnicamente nos
involucraron en el chisme, hablando fuerte y con el altavoz puesto?
Puras joyitas mira el teléfono durante una conversación
Si es más emocionante el teléfono,
¿Por qué no sales en una cita con el teléfono?, ¡Ah porque él puede pagar a
través de tu dinero en el banco!
Hacer comentarios inapropiados sobre la apariencia de otros
Difícilmente se va a acabar el Bullying
si la gente en la búsqueda de su estilo, parece que la visten en una mesa de
remate, pero andar juzgando sin ser jueces, siempre termina mal, salvo que
tengas gracia como los profesionales.
Puras joyitas dejan huella (de zapatos)
Llegan a cualquier propiedad ajena
y lo primero que hacen es poner el pie en una pared o mostrador a dejar la
huella marcada. Ojalá hicieran eso en un cactus.
Hacer ruido mientras comen
Hablan, crujen y salpican comida al
ojo ajeno. Después se preguntan por qué los dejan solos para comer.
Utilizar lenguaje vulgar o grosero en situaciones inapropiadas
Las groserías son un recurso
natural no renovable. Se deben saber administrar. Si la conversación tiene 12
groserías en una frase de 13 palabras, quien las dice no tiene recursos y quien
le oye también está escaso del cerebro.
Olvidarse de saludar o despedirse
Hay lugares donde apenas obtienen
un cargo, contraen el “Síndrome de Doña Florinda”, donde no se juntan con esa
chusma que son empleados y público en general. ¡Ah pero a quienes tienen dinero
o dueños hasta les bajan el cierre en el baño y se lo sacuden y lavan para
congraciarse!
Puras joyitas no aceptan un "no" como respuesta
Si una mujer te dice no y con
argumento, ¿Por qué le vas a hacer la vida imposible?, igual si es un hombre
que te rechazan. O si no te dan un empleo. Recuerda: Puedes insistirte a ti
para triunfar, pero a los demás para que te quieran o acepten, no puedes ni
vale la pena.
Criticar abiertamente a otros sin consideración
Hasta los humoristas criticamos
sólo a los malos, utilizados y gafos, pero con gracia y con límites. Eso quiere
decir que somos considerados. Irse a la yugular de la gente buena es ganarse el
mismo destino de Drácula que siempre hace eso: Terminarás clavado por alguien
más (y no con estaca al corazón).
Puras joyitas no apagan el celular durante reuniones o eventos o al dormir
Muchos lo hacen para darse una
importancia que no tienen o para buscar como huir. Y quienes no lo apagan
mientras duermen siempre se les olvida que no tienen carro, ambulancia, moto ni
son bomberos o delivery, así que, ¿Qué ganan con que les llamen a las 2 a.m.
más que angustiarse y no poder salir?
Hablar sobre temas controvertidos en reuniones sociales
Esto nos lo encontramos en
reuniones y en cualquier lugar. Puras joyitas que creen saber de política,
religión o deportes y no son más que objetos de libretos de entes con poder que
los usan como peleles para tener al entorno molesto. A éstos no se les puede
sacudir con ideas buenas y razonables, porque les da meningitis y te los cobran
como nuevos.
Ignorar las normas de etiqueta en situaciones formales
Puras joyas saben que hay un estilo
de prenda para cada ocasión y procuran así sea modestamente cumplirlas. En
cambio, puras joyitas van a cualquier lugar con la ropa que sacaron del pote de
la ropa sucia más una gorra o con falda y se indignan porque les sacan por incumplir
las normas o solicitudes, especialmente la de al menos bañarse y ponerse
desodorante y los zapatos iguales.
Puras joyitas hacen comentarios sobre el dinero o el estatus social
Una manía de las novelas mexicanas
que vive en todos los latinos, europeos, americanos, asiáticos y algunos africanos
que deliran por el calor. Este tipo de conversaciones son un bumerán que al
devolverse, desnuca a quien lo espetó.
No agradecen o reconocen esfuerzos de otros
Muchos se creen un Presidente de
izquierda, que habla de su equipo de trabajo sólo refiriéndose en como les ordenó.
Pero sus ideas, aportes y logros son expropiados por ellos. Y así hay un montón
de puras joyitas de hojalata y piedra pómez en la vía, ¡Y justamente nos los
conseguimos para fastidiarnos!