LA
PALABRA MÁS HERMOSA DEL MUNDO,
Con el título, usted ya
tiene curiosidad de saber cuál es dicha palabra. Y lo está haciendo con el arte
egocentrista de ya saberlo y/o presentirlo. De ser así, le apuesto que está
equivocado, porque no la va a acertar y más aún, por querer saber más que
yo.
No sea igualado y siga leyendo para que aprenda, la palabra le va a
sorprender y de manera tan grata que se acordará de mí y hasta me hará un
altar; y sí es mujer, me querrá llevar al altar o a su cama. De seguro, la cama
primero.
Bien, no daré más largas
sobre la hermosísima palabra y comenzaré con el fastidioso post-preámbulo a la
misma, una especie de prólogo que dará más suspenso, mientras usted señor me
envidia mi capacidad de ser el amo del suspenso y usted, señorita, sigue
pensando lo de la cama y yo.
Muchas palabras son
hermosas, por derivar de Dios. De por sí, Dios es una palabra hermosa y de él
también nos llegan: Virgen, celestial, madre, padre, Biblia, ángeles, santidad,
sol, luna, planeta, que son hermosas.
Esas palabras nos las fue enseñando Él y
eso las hace más hermosas aún, pero lean bien, no son propias del ser humanos,
vienen de Dios.
Y aunque Él nos inspira,
también nos dio libre albedrío y da la oportunidad a todos de crear, desde lo
más sencillo o tácito hasta los más complejo y tangible.
De esas creaciones
llega la palabra más hermosa hecha por el hombre. Tan hermosa en su
significante que hermosea a su significado, tanto en su forma física como en
sus acciones.
Es práctica al decirla, es
elegante y a su vez puede ser coloquial o muy chabacana; se ajusta a toda
nación, creencia, color; nos une y a su vez pasa tan desapercibida que sólo al
usarle, se percibe un poder que recarga hasta la próxima vez en que la usemos o
la contactemos en sus formas materiales.
La palabra en cuestión es, como de
seguro no han adivinado, la hermosísima…
P
A L A N G
A N A
Léanla bien; la
inexistente cacofonía en la misma, aunque pareciera, la hacen deliciosa.
Sirve para
enviar a alguien a que se aleje y le quede bien por sentado de tu no aprecio
por ella y a su vez, le da un toque de gusto aunque se utilicen adjetivos
peyorativos, como decir “anda a comerte
una PALANGANA de ñoña”; es tan galante la expresión, que la gente va con
gusto a comérsela.
Y sí eres pueblerino, su
uso te eleva entre quienes se pasman en lugares comunes, como por ejemplo
diciendo, “¿quieres tomar avena?,
¡preparé una PALANGANA!”; esa avena es más deliciosa porque es toda una palangana
que vas a disfrutar.
Sirve hasta para cantar. ¿No
se sabe la letra de una canción?, pues diga PALANGANA, supliendo la fea y
anticuada letra original de dicha canción y verá como recibe propuestas de
canto en varios lugares, las mujeres se le derretirán, los hombres le adorarán,
las fiestas familiares serán más hermosas, desde los villancicos y demás
canciones navideñas, hasta mejorar el ya desvencijado “Happy Birthday to you o Cumpleaños
Feliz”, que sonará mejor y hará más noble la fiesta, tanto así que puede quitar
el nombre de la persona que cumple y gritar PALANGANA y sonará mejor, dándole
fuerzas para apagar las velas de su pastel y tener un nuevo año con muchas
bendiciones.
Regalar una PALANGANA, es
de muy buen gusto.
Comer en una PALANGANA garantiza calor y una copiosa
cantidad; descerrajarle un carajazo a alguien con una PALANGANA es la más
profesional, de estilo y segura forma de defensa personal o aleccionamiento
existente en el mundo.
Por ello y mucho más, no
dude que PALANGANA es la más hermosa palabra del mundo.
Puede hacer reír a un
bebé, puede enamorar a su amada, puede aquietar a un marido celoso, puede
calmar la conflictividad de una sociedad, puede salvarte la vida con comida o
con agua para beber o bañarte.
PALANGANA, mi paladar, mis
cuerdas vocales, mi máscara frontal, mis hemisferios cerebrales, corazón,
batatas, ombligo y cédula, agradecen toda la alegría que me da nombrarte.
Una PALANGANA o más de
cariño, para ustedes.
Argenis
Serrano - @Humoristech
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