Cejas Tatuadas


Esta carta la recibimos en nuestra casa con la amenaza de rayárnosla personalmente la redactora de la misma sí no la publicábamos. Al ver su profesión, corrimos a hacerlo y mañana, vamos a vender la casa.

La Guaricha, Estado Carabobo, cuna de la muerte en Venezuela, 27 de agosto

Ningún queridos ustedes, ‘ño groseros.

Miren que hacerme escribirles una carta a ustedes de yo porque tengo que estar explicando lo que les hago a mis clientas. 

Ustedes están no sólo atacando mi derecho al trabajo, sino que están vulnerándolo y dándole duro.

Y duro debería darles yo en la jeta por estar criticando lo que no es su viento. 

Porque bien todo lo he hecho desde que gracias a un curso intensivo por correspondencia, unos tutoriales por YouTube y a un tío mío que me enseñó a delinear los rodapiés con la pintura marrón y negra, es que tengo el conocimiento y el pulso versátil y bueno y chévere y firme de estable para darle a mis clientas el placer de una nueva vida.

Es que las que llegan acá no pueden pagarse una cirugía plástica como las reinas esas que salen en la televisión ni pueden ir al gimnasio a hacer ejercicios, primero porque en los gimnasios no se hace ejercicio sino que se toman selfies con la cara tapada y la cadera dislocada y segundo porque el ejercicio no acomoda cara. Pero yo sí acomodo caras.

Entonces, ¿por qué se la pasan criticando a las clientas que un día se levantaron de su cama y mientras hacían las arepas y vieron un pelo en la masa se dijeron que se les están cayendo las cejas y con algo deben suplirlas?

¡Ustedes son unos faltos de mamá, porque sí la tuvieran, seguro que les pega porque ellas también se delinearían las cejas con personal altamente capacitado como yo y otras!

Nada de malo tiene el poder darle un nuevo matiz y visión a la vida con las cejas que suplen a las otras esas aburridas monótonas que lo que hacían era moverse con el rostro como sí fuesen esclavas del mismo. 

No, las cejas tatuadas son autónomas y no sólo eso, también son libres y en libertad. No se dejan manipular por nada, son firmes en lo que son y dan al rostro una democrática forma, ya que tiene autonomía en sus instituciones componentes.

Cuando rías, cuando llores, cuando estés triste, cuando bosteces, cuando duermas con los ojos abiertos, cuando estés en coma, las cejas tatuadas te ayudan a no demostrar debilidad ante quienes te rodean y mucho menos revelarán tus secretos sentimentales y anímicos.

Yo y otras como yo, exigimos y ordenamos y no sólo eso, pedimos, que ya dejen de decirle a nuestras clientas que tienen los ojos entre paréntesis o que tienen un calderón como en una partitura; menos que les digan que les hicieron el mapa de una carretera de muchas curvas.

Que las clientas negras no deberían tatuarse las cejas o al menos no en negro o marrón, sino en blanco o amarillo vial es otro de sus insultos.

Mis famosa creaciones, a saber, dar a conocer y son:

Signos de interrogación, camino de terraplén, corrugado, piramidal, virgulillas, caligrafía Palmer, Angry Birds, en 45º;

Interconectadas, zigzag, culebrita de Nokia, check point, Sóloooo Diosss lo Saaabe y PuEde JUzzzgarMe, Trazo Libre y demás modelos que ofrezco y ofrecemos y muestro a nuestras amigas clientas que terminan siendo nuestras enemigas por culpa de las críticas de ustedes, no deberían ser objetados porque es una nueva oportunidad de vida para ellas, ¿o acaso ustedes les desean mal?, ¡no sean criminales!

Ahora están las mujeres tan traumadas que se las hacen semipermanentes porque creen que es un error quitarse las cejas naturales que no molestaban a nadie para ponerse unas falsas que se ven tan naturales que la gente se pregunta, ¿serán de ellas porque son de ellas o porque las pagaron?

Esas cejas seminaturales (que también ofrezco en el taller de latonería de mi marido donde trabajo), son muy bonitas, pero ustedes con sus burlas hacen que las clientas olviden las recomendaciones que no les doy para cuidarlas y terminan llorando hasta boca abajo y por eso se les destiñen hacia la frente o cuando llueve ellas se mojan y se can hacia abajo o sí hace calor y se limpian la frente se les chorrean en el brazo.

En fin, a través de esta carta escrita con letras de escritura les solicitamos a los comediantes, a los haters, a los tuiteros, a mi vecino a mi papá, a mis hijos, a la mayoría de los hombres y a todas las mujeres aburridas que se acomodan sus cejas naturales para que se les vean bonitas (creen ellas), que ya dejen no sólo de ofender o de insultar o de decirle cosas feas a mis clientas y a mi misma y a las que son como mi misma y como yo.

Bastante fuerte es este arte, que hasta yo misma me hice para demostrar como publicidad ambulante cuando más dinero necesitaba por salud, ya que me estaba curando de un resfriado con hipo que alterno con el apagón general. 

Pero fui más fuerte y vencí, me auto-tatué a mi misma yo.

Atentamente atenta, 

CHAROLAIN TURRA dueña de SPA TURRA CEJAS.

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