Palabras de (buen) aliento a Carlos Donoso, Kini y Lalo

El sistema respiratorio, ese que se mueve con el diafragma y que los ventrílocuos calman para hablar con palabras que llevan a resonar en otro lugar, tuvo el pernicioso tino de venir a fallarle a Carlos Donoso.

Sí, el hombre tranquilo, el abogado voraz, cuentan que divorciado, el del trato cordial, el que nació en varias partes y que no quisiera ni quisiéramos que muriera en alguna, anda enfermo por ese mal del cáncer, signo inequívoco de una batalla interna donde el paciente, su entorno y la buena fe, pueden ganar.

De Carlos Donoso recuerdo sus apariciones en “Almorzando con Orlando”, donde competía con Lucerito por ser invitado un mayor número de veces. Y así como a Lucho Navarro en Sábado Sensacional, había que tenerlo frenado por el picante que iba agarrando con los chistes.

Bueno, él no realmente, sino su alter ego: El Mono Kini.

Hizo presentaciones en SS y también en RCTV, además de ser estrella de clubes nocturnos, teatros y demás, destacando la primera casa del humor nocturno venezolano, la hija de Cayito  Aponte: La Guacharaca.

A mis 18 años le fui a ver, siendo el segundo show de humor que yo asistía luego de Er Conde del Guácharo. Todo el público se puso de pie cuando hizo hablar a los muñecos a la vez. No, no simultáneamente ni intercalados, fueron 2 voces al unísono. ¿Quién hace eso?, ni uno lo hace jugando con ambas manos vestidas con medias.

Es el 7 veces ganador del Festival de Humor de Colombia, la cumbre de todo humorista latinoamericano. Por ello fue nombrado miembro de honor para que dejase espacio a otros para figurar y ganar.

Una anécdota foránea, sobre Carlos

Me contó el comediante y mejor amigo Fabricio Conde, hijo de una de las glorias del humor venezolano como lo es Pedro "Perucho" Conde, que su papá le contó un cuento sobre Donoso y aquí les cuento el cuento que me contó y que merece ser contado:

"Mi papá tenía un programa de radio en Radio Continente de Caracas, siempre tenía invitados. Una vez fue Donoso y éste sacó a Kini; mi papá le dijo que para qué lo sacaba sí era radio y nadie lo iba a ver. Donoso le respondió que él no podía hacer eso, Kini debía hablar directamente". 

Ergo, sus muñecos son una segunda naturaleza.

Uno de sus puntos máximos: crear un programa de humor

Cuando Venezolana de Televisión (VTV Canal 8) aún era un canal que humanamente se podía ver, admitían innovaciones para pelear las noches contra las telenovelas. Entonces tenían series y además las carreras de caballos, Hora Especial, JB Holmes, etc.; intentaron con novelas y metieron la pata, ejemplo una llamada “Blue Jeans”, para la cual hicieron un gran show que precisamente abrió…Carlos Donoso.

Entonces Donoso también metió su proyecto y lo materializó. Con los cerrados set de colores pasteles de VTV y su estudio gigante con público, éste caballero creó: “Carlos Donoso y su Canal 69, con Kini… ¡y Lalo!”, convirtiéndose en un oasis de humor picante que hacía vida los miércoles luego de las 10 de la noche intercalado con la transmisión de las carreras de caballos desde el Hipódromo de Santa Rita con las grandes tosidas y alaridos estentóreos con clase de Aly Khan. Era el año de 1994, un mes antes de la elección de Caldera cuando salió a la palestra. Duró menos de un año, para nuestro pesar, en especial por los pocos patrocinadores debido a que el canal era duro para la renta publicitaria.

Lo que nos presentaba

Carlos Donoso intercala los chistes con las peleas y discusiones de Kini, ya sean del mono con él, con la vida, con el público, con Lalo, con Chipingo, etc., además de unas sorpresivas reflexiones sobre humanidad y canciones; ese es su modus operandi y jamás deja de gustar, siendo escuela para la gran mayoría de los ventrílocuos latinoamericanos que lo copian y no lo desplazan.

Y esa era la base del programa. Una vez discutió con Kini diciéndole que no lo iba a manejar más sí o se comportaba, lo colocó en un mueble y se fue. La siguiente toma era la de Kini rompiendo la cuarta pared y explicando a los televidentes, “Pobre Carlos, aún  cree que él es el que me maneja: Pero ustedes no le vayan a decir la verdad”.

Carlos mostró a varios muñecos de su arsenal, mismos que ha mostrado en fotos pero que pocos conocemos: Chipingo (un monito tierno que dice no ser familia de Kini y que éste también niega sea su hijo); el doctor Francisco “Paco” Gete, ginecólogo de señoritas. Al borracho, al italiano, al DJ Gago y una sección de noticiario donde el ancla era Carmelo Ramirez (Réimirez sería la pronunciación porque él decía que su apellido era e inglés); la sección familiar con la señora Dolores de Chocholina, que terminaba acordándose de sus desventuras sexuales; y la sección deportiva con el argentino El Pibe Buenazo, que sólo hacía notas de deportistas argentinos, con notas que mostraban bloopers que él trataba de justificar de que eran los métodos argentinos para el éxito deportivo.

El último segmento y como es costumbre, era compartir con el público, meterse con Víctor Bonet (el director del programa), y traer la rutilante presencia de Lalo como cerrador. Eran tiempos donde la tolerancia al hacer chistes de homosexuales era alta y éstos no se ofendían, sino que daban material. Ahora, salvo los gais que son comediantes, los demás salen a repartir balazos porque se sienten ofendidos, demostrando su mal humor. Por eso Lalo en los últimos tiempos se veía relegado y casi no salía en las participaciones especiales de Donoso en toda América.

En 1999 tuvo un segundo intento, también en VTV, para hacer un programa. Iba a incluir comedantes de todo el país. Recuerdo que fui a ese casting. Horas esperé (hasta vi el sorteo de la Lotería de Caracas en vivo), conocí a Chusmita (el que fue secado por Simón Díaz) hasta que llegó Donoso. Varios comenzaron a echar chistes y Donoso decía, "ah sí, yo lo he oído, pero no los sé decir bien y con gracia, Kini y el cubano sí". El programa no pasó ni a piloto, porque poco después s suscitaron los cambios en el canal, por Chávez y por la tragedia en el Estado Vargas.

Carlos Donoso, ahora

Él está en Colombia, país que lo adoptó y lo admira en su humor universal, sátiro, poco limitativo, que lo entiende. Allí está ahora con su afección cancerígena en los bronquios.

Y como siempre, la gente diciendo “¿por qué no ahorró luego que trabajó tanto?”, a esa gente se le dice lo siguiente: los artista sí ahorran, pero también se les acaba el dinero ante las penurias y su forma de generar es haciendo su arte, picando de algunas inversiones que terminan socavándose también en estas penurias como las de todos. Los artistas no crean productos como Apple o Microsoft que con sus patentes garantizan el dinero para 15 vidas mínimo de resurrecciones para sus creadores.

Por eso él y los suyos piden apoyo. Y lo han dado. Los artistas tienen conciencia social y en especial los humoristas. Y Carlos lo es, usa el humor no sólo para reír, atacar al mal, desestresarse, sino para llamar a la reflexión y poner a ambos hemisferios cerebrales del público a trabajar para mejor.

Motivado a ésto queremos decirle a Carlos, ánimo maestro, que sus voces sean las voces de los que se sienten tristes, aburridos, discriminados, que deben atacar a los equivocados y defender a los necesitados de alegrías, esperanzas y reflexiones.

Los años no pasaron en vano, fue y es ejemplo para el humor actual, que se puede ser estelar y telonero y no perder la dignidad. Que sí un músico de Rocío Durcal le molestó, bien tenía que decir que no le abría más show a la gente inconsciente y sí a los que sí saben respetar a la risa. Y eso queda como dignidad y orgullo ejemplar para que los humoristas jamás nos sintamos artistas segundones, porque los galanes y cantantes de moda son eso, modas, y éstas pasan, pero los comediantes buenos y que se saben renovar, quedan.

El Canal 69 quedó para la historia. Hasta en el cable no existe en su honor y de existir sería el más divertido de los pornos. Pero el suyo quedó como forma de trabajo posible cuando la gente cree en sí misma. Que otros no crean puede influir en el fin de una época, pero jamás de un legado.

Donoso, sólo nos queda decirte: HUMOR Y PAZ, en pro de tu salud, que es por igual la de Kini, la de Lalo y la de una persona que por honra se ganó el orgullo de ser también una de las glorias del humor venezolano.

Argenis Serrano - @Humoristech

Agradecimiento a Fabricio Conde (@FabricioConde) por la sugerencia del post y los aportes.