Mañana

 Nada mejor que levantarse en la mañana luego de las diez a once, cosa de no empatar el desayuno con el almuerzo porque es perderse una comida al día así alguno le digan desalmuerzo.

Que ningún vecino te moleste con su reguetón deprimente que incita a darse mastuerzo tragándose las sábanas y uno sin poder decir que es la peor canción que ha escuchado porque la otra, de seguro será peor.

Despertar y escuchar al que grita “el aguaaaaa” o al que compra los colchones viejos pero que los quiere comprar más barato porque alguien murió en él.

Una mañana suave y serena aunque sea más corta porque el tiempo despierto sea menos. Eso es placer. Para luego ver algo de televisión, navegar en Internet o leer alguna publicación, pudiendo ser ésta la revista hípica o un Condorito.

Salir a barrer a mediodía será algo loco, pero es mejor que hacerlo tan de mañana como hace la gente con perturbación de sueño o que le gusta el chisme tempranero.

Es mejor el chisme de mediodía cuando vez a la gente apurada regresar a su hogar –sí es que no comen en una acera frente al negocio donde laboran que ni les permiten comer en la trastienda-; uno puede verlos apurados y agobiados porque les falta rematar lo que comenzaron en la mañana mientras uno está en su casa.

mañana


Vivir sin el Stress de la Mañana

Yo comencé a vivir la vida cuando me quité el pesar de cada mañana que contenía la siguiente retahíla:

Levantarse odiando al mundo y tu propia vida por haber cortado un sueño que más o menos te gustaba y que tarde agarraste porque al acostarte te diste cuenta que ibas a dormir pocas horas y cuando eso ocurre, la mente se molesta por esos minutos menos de sueño antes de que la mañana llegue y sin querer, dormimos menos.

Luego despertarse trastabillando, bañarse apurado sin frotarse bien partes que deberían ser frotadas, cepillarse, vestirse y que la camisa te la pongas al revés. Ir a la cocina a sacar la comida del almuerzo que guardaste la noche anterior y si no lo hiciste, voltear cualquier palangana en el pote de mantequilla que usas de Tupperware y esperar que sea comestible o se caliente en el microondas y que esté aliñado.

Salir de casa a tomar la camioneta donde quedas en el estribo y te da envidia de que estás agarrado de alguien que a su vez está agarrado de alguien sintiendo envidia de quien quedó en el medio pudiéndose agarrar del tubo aunque va apretado y éste siente envidia de quien va sentado, estando el sentado envidioso de que otros no quedaron al lado de un gordo que ocupa dos tercios y dos quintos del asiento y le tiene con medio glúteo afuera, mientras aquel que es víctima de su envidia siente envidia de no haber quedado en la ventana, cuando éste de la ventana siente envidia del que va manejando su carro y el del carro siente envidia de aquel que va en esa mañana, trotando despreocupadamente porque no se dirige al trabajo.

De seguir ese que trota lo hace para drenar su envidia de que no va a trabajar como el que va en el carro que es víctima de la envidia del que va en la camioneta del lado del asiento y etcétera, etcétera.

¿Ven por qué es nocivo entonces levantarse tan de mañana?, porque eso despierta envidia y malos sentimientos. Levantarse tarde, cuando el cuerpo lo dice y no las órdenes de un empleo donde vas a estar bostezando y el mapa vial venezolano dibujado en tus ojos no es justo.

Por eso, prefiero que mi mañana sea serena y por ende hice el sacrificio de renunciar a mi empleo y mantenerme del amor de mis padres quienes ven cada mañana cómo perdieron su tiempo criándome para que fuera un hombre de bien, aunque también se consuelan que estoy de bajo riesgo por no salir tan de mañana y me vaya mal porque algún atracador madrugó más de mañana que yo.

Por los momentos he entrado en una etapa de impacto por gente que se levanta feliz bien temprano en la mañana, que duerme poco, les gusta la mañana.

¿Serán las vacunas que les hacen así o la resignación de que es el destino del adulto que creyó de pequeño que todo sería más light al no tener que ir tan de mañana al colegio a aguantar clases? Quizá son la especie de metahumanos del mañana que se han hecho presentes hoy, justo el tipo de persona en la que no me quiero convertir.

No sé qué me vislumbra el mañana con esta situación y tal decisión de renuncia al empleo y sin haberme ganado aún mi primer Bitcoin, pero eso quizá lo resuelva, mañana.

Argenis Serrano - @Humoristech

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