No es fácil imaginar ya un escenario tan aprieta
estómagos como lo sería el no tener redes
sociales, cuando ya se le cogió el gusto a descargar o tener preinstalado
en lo teléfonos a X, wasap plus, TikTok, Facebook, Instagram, Telegram y algunos que descargan unas
aplicaciones que casi nadie utiliza, para sentirse que llevan un paso adelante
y luego andan quejándose porque el teléfono se les puso lento y con poco
espacio.
No podemos decir que sin las RR.SS., pasaríamos
a la Edad media, pero sí seguiríamos siendo los plebeyos sacrificables de esa
época. Bueno, y de ésta. Porque los grupos políticos y de poder tendrían por
igual medios de comunicación y tecnología para pasarse sus planeas macabros. Sí
lo hacían en los años 40 y 70, más lo harán ahora con dispositivos adelantados
a los que sólo les faltarían redes sociales.
Pero, utilizando nuestros poderes de
imaginación y sueños apocalípticos, acrecentados por todo aquello que se ve en
redes sociales, hemos descubierto bastantes cosas negativas que se sucederían
si éstas no existieran. Pondremos muy pocas, ya que no queremos que lloren y se
aterren…demasiado.
Qué haríamos sin las redes sociales
- Nos acostaríamos temprano y nos levantaríamos
llenos de energía, luego de una noche placentera y sueños calmos.
- Para antes de dormir, una buena conversación
con la pareja, o leer un libro o sacar una revista de adultos y comenzar a
darle voz, olor y movimiento para…
- El periodismo estaría de nuevo en boga; especialmente
porque las personas esperarían a la mañana para comprar el diario y saber qué
ocurrió el día anterior.
- Incluso existirían diarios vespertinos para
saber qué ocurrió en la mañana o cómo se actualizó lo que los periódicos
matutinos ya medio habían adelantado.
- Los niños jugarían juegos tradicionales.
- En las primeras citas o cualquier nivel de cita
romántica, los involucrados se verían a los ojos, conversarían plenamente, no
se excusarían o se distraerían.
- La venta de audiófonos sería…bueno, igual o mayor,
ya que la gente, para eludir a otros, oiría más la radio.
- A propósito de la radio, esta daría las
noticias de última hora, lo que les gusta a reventar a quienes tienen redes
sociales.
- Las fiestas de toda índole serían de personas
conversando, comiendo, bebiendo, bailando o jugando y no pegados de una
pantalla.
- Habría una gran baja en la venta de globos
tradicionales y los globos con números, además de las cortinas de tiritas
brillantes que se colocan en los cumpleaños.
- Las campañas electorales serían en las calles y
trancando el libre tránsito y gastando dinero a montones. Bueno, no sería un
gran cambio, si vamos desgranando a los participantes.
- Escasearían las personas expuestas como se hace
en las redes sociales; y no hablamos de delincuentes o pedantes, sino gente que
se equivocó y le hacen famosa en un meme.
- La profesión de Influencer, tan importante para
la humanidad (sea en sus versiones vlogger, bloguero, youtuber, tiktokero), no existirían,
negándonos de esa gama de personajes banales y nefastos que se han hecho parte
de nuestra sociedad para carcomerla.
- Los asistentes a los conciertos o eventos de
toda índole, correrían el riesgo de disfrútalo plenamente, sin estar pendiente
de estarlo grabando o transmitiéndolo en vivo.
Ya para este instante el horros ha de haberles
capturado y destruido; por eso es mejor parar, tomarse un té de manzanilla con
tequila y reconfortarse de que alguien en algún momento se dijo, “vamos a crear
las redes sociales para que el mundo se detenga, creyendo que está avanzando,
porque los que publican pendejadas y manifestaciones de resentimiento siempre serán
mayoría, en comparación a los que aportan información, educación y
entretenimiento válido y útil.”
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